♡primera nota

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*Pov narradora*

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*Pov narradora*

Jungkook tocaba la puerta repetidamente, nadie respondía su llamado. Incluso las personas que pasaban por el corredor lo observaban con algo de pena por su insistencia.
Por fin se le ocurrió sacar su celular, envió un par de mensajes que no fueron siquiera recibidos, llamó algunas ocasiones más sin tener contestación, inmediatamente saltaba el buzón de voz.

Su preocupación aumentó cuando, como última idea, giró la perilla y ésta se abrió. Taehyung jamás dejaría la puerta sin seguro, pues era una persona que se preocupaba demasiado por esos detalles.

Entró al apartamento —pidiendo disculpas internas por pasar sin invitación— dando pasos lentos tratando de no hacer ruido, pues su punto no era asustarlo, buscando con la mirada a su menor sin tener éxito.

—¿Taehyung?, ¿dónde estás?—preguntó caminando por el pasillo que daba a la habitación, al no verlo de inmediato en la estancia—¿Tae?

Le sorprendía que no se le respondiera, considerando que su tono de voz no era nada bajo y el lugar tenía eco. Llegó hasta la recámara y abrió la puerta, el aire frío entraba por la ventana que estaba abierta en su totalidad y el silencio fue su recibimiento.

No había realmente señales de que el chico hubiera estado allí, o al menos no recientemente. La cama estaba acomodada como siempre, su luz apagada y nada estaba fuera de su lugar. Lo cual, lo preocupó aún más.

—¿Tae?—su desesperación creció al no verlo en ninguna parte del cuarto—¡Taehyung!

Dejó el ramo de rosas que cargaba sobre la cama, ignorando la libreta con hojas salidas que allí se encontraba.
Regresó a la sala de estar, buscándolo allí nuevamente, en la cocina y en la zona de lavado sin tener respuesta favorable.

El único lugar que le hacía falta revisar era el baño, pero sería bastante incómodo entrar sin avisar, pensó. Tocó la puerta de dicho lugar un par de veces a la par que seguía llamándolo, de nuevo un gélido silencio le respondió.

Su preocupación subió al límite, tanto que acabó con su vergüenza momentánea, obligándole a forzar la cerradura con ambas manos y estrellándose contra la puerta para lograr abrirla, unos cuántos instantes después finalmente entró, pensando que allí lo encontraría, probablemente en una situación extraña.

Y sí, ahí estaba, pero no como él pensaba.

Esa imagen, la fuerte escena con la que se topó sin esperarlo, el aroma a sangre inundando sus fosas nasales y su corazón parando de latir por un segundo, son cosas que Jungkook jamás podría olvidar.

Apareció en él esa sensación de un vacío enorme en el centro del pecho, una gran punzada en el corazón que no cesaba y sus ojos comenzaron a doler gracias a la amenaza del llanto.
Taehyung ya casi no respiraba, aunque él quería imaginar que lo hacía regularmente, su antebrazo seguía goteando sangre, el piso totalmente manchado de rojo, una navaja botada a un lado de su extremidad dañada, su expresión de dolor con la que se quedó, sus bonitos ojos cerrados e hinchados.

Hold On ♡ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora