Un amor inesperado

Capitulo 9

Para la mañana siguiente tengo un dolor de cabeza insoportable, miro la hora en mi celular, 11:30. Me levanto directa al baño a vaciar mi vejiga que esta a punto de reventar, cuando término me lavo las manos, los dientes y trato de arreglar mi cabello que es un desastre, lo cepillo y me hago una trenza.
Salgo de mi habitación hacia la cocina, parece que los torpes aún no se levantan, agarro la cafetera y la lleno completamente, la pongo a que funcione y busco mis pastillas, parece que hoy aparte de la pastilla de la presión necesitare una para el dolor insoportable de cabeza que tengo, busco en la alacena las pastillas cuando oigo la puerta del baño de la sala crujir, levanto la mirada y me encuentro con un Jack en bóxers

- Wiu largo de aquí ponte algo- lo miro con asco y el sólo sonríe

- Si buenos días,¿qué como dormí? bien ¿y tu?

- Si sí, buenos días, dormí bien, ahora vete a poner un pantalón

Cuando él entra a la habitación de mi amiga, ella sale. Se reúne conmigo en la cocina y tiene una gran sonrisa en la cara, ve la pastillas para el dolor de cabeza y me pregunta

- ¿Jaqueca?- me limito a asentir, me sirvo un vaso de agua y me tomo las dos pastillas, el café ya esta listo y saco tres tazas de la alacena

- ¿Le gusta el café?- apunto en dirección a su cuarto y ella se encoge de hombros, entonces grita

- Jack ¿quieres café?- él asoma su cabeza desde la habitación y dice que si

- Gracias ahora me duele menos la cabeza- le digo a la torpe de mi amiga

- Lo siento- hace una mueca y sirve la tazas de café, me llevo la leche, azúcar y galletas a la mesa.

- Voy a hacer unos sandwiches ¿quieres uno?

- Claro, con pura mayonesa y sin cebolla, ya sabes- asiente y se pone a embarrar de mayonesa y mostaza los panes

- Pensé que te ibas a ir con el señor perfecto- me dice Melissa después de un rato

- La verdad es que me iba a ir contigo, pero claro veniste a darle a Jack, o mejor dicho que él te diera a ti, y te olvidaste de mi- le digo sacando mi furia de la noche anterior

- Lo siento, la verdad no lo había planeado, pensaba regresar contigo, pero no me arrepiento de haberte dejado ahí tirada con Eric, fue una gran noche- dice levantando las cejas, suspiro y le pongo azúcar y leche a mi café, le doy un buen trago.

- En fin, fue una gran noche también para mi, "el señor perfecto" baila bastante bien, pero es un gran cabrón ¿sabes lo que hizo anoche?

- Claro que no lo sé, mientras tu andabas de santa yo era un chica mala- me pone su gesto pícaro, le ruedo los ojos

- ¡Me mintió! Cuando llegamos y ya habíamos subido, yo estaba a punto de abrir la puerta cuando me dice que no encontraba su celular, me hizo marcarle y como no se escuchaba nada fue a revisar a su coche, ¿y sabes que? me contesto y me dijo: "gracias por darme tu número, yo ya sabía que mi celular estaba en el auto"- la última frase la digo tratando de imitar su voz

- Y adivino, lo golpeaste después de eso- lo dice bastante segura que pienso que me estuvo viendo todo ese tiempo por la ventana

- Claro que lo hice, baje las escaleras y fui a su auto, cuando me vio abrió la puerta y antes de que pudiera decir algo lo golpee en el hombro

- Y te subiste enojada, y le cerraste la puerta en las narices- me mira y empieza a reírse

- Si, eso hice, que bien me conoces- le contesto indignada- muévete con esos sandwiches, muero de hambre

Entonces se oye un pequeño golpe y las dos nos giramos hacia ahora esta Jack dejando un portarretratos en la vitrina

- ¿Así que le rompiste la nariz a mi amigo?- dice este

- Yo no le rompí la nariz a nadie- me cruzo de brazos

- Eso no es lo que me contó Eric

- No es verdad, no pude atinarle a su nariz

- Vale no lo es, pero que loca estas mujer- va con Melissa, la agarra por la cintura y le besa la mejilla. Decido voltear a otro lado antes de que hagan algo más.

- ¿Ya terminaron de hacer sus cosas?- pregunto aún con la vista en otro lado

- Ni que tu no lo hubieras hecho antes, ya ya puedes voltear.

- Si lo eh hecho, obviamente, pero no en tus narices.

- Vale, como sea vamos a desayunar

Se sientan los dos en el lado opuesto al mío y empezamos a desayunar.
El día se pasa tranquilo. Jack se va hasta que se le da su gana y yo me quedo en mi habitación desechando cosas que ya no quiero.
Anochece y me voy directa a la cama.