Sparkles in my soul

I HATE YOU THEN I LOVE YOU (PARTE 1)

Leia y Poe, se encontraban afinando detalles de la última reunión encubierta que el comandante Dameron había mantenido con la organización *Colectivo, estaban viendo algunos datos del espía que estaba en Corellia, este les había logrado entregar una información acerca de los políticos capturados de la Nueva República, aquellos que la Primera Orden tenía bajo su poder. Leia se sorprendió al ver que entre ellos estaba Ransolm Casterfo el Senador que la había traicionado revelando que ella era hija de Anakin Skywalker alias Darth Vader.

Aquello había sido una traición muy grande para la entonces Senadora Organa. Esa era una de las causas de la caída de su hijo, esa verdad que ella le ocultó por mucho tiempo y que aún le dolía, para ella él seguía siendo su querido Ben. No se alegraba de la desgracia del ex Senador pero tampoco sentía que le debiera algo. Si, le daban dolor los demás prisioneros.

Acordaron con Poe que mandarían a una misión encubierta a Rose Tico, *Snap Wexley, *Karé Kun la esposa de este y Finn a Canto Bight, se encontrarían con unos inversionistas que no les importaba estar del lado de la Primera Orden o La Resistencia, a ellos solo les importaba los beneficios que recibirían después de que la guerra terminara y Los de Colectivo les habían dicho; que estos en especial, preferían estar a favor de la Resistencia con el argumento de que al final el bien siempre triunfa sobre el mal.

Decidieron que Rose y Finn irían porque ya habían estado allí y en ese tiempo descubrieron que a esos millonarios solo les interesaban el lujo y su vida sin conflictos. Decidieron ir vestidos elegantemente para que no los reconocieran, pues la última vez se metieron en algunos problemillas, nada de importancia había explicado Finn, y Rose había estado a punto de darle un codazo por aquello. Irían a esa misión pues necesitaban armas y naves, parecía ser que estas personas estaban dispuestas a colaborar, pues sentían cierto tipo de admiración a la Legendaria Princesa de Alderaan.

A Karé y a Rose no les hacía gracia tener que vestirse elegantes, pero todo fuera por el éxito de la misión, La General Organa les había proporcionado unas prendas bastante elegantes y algunas joyas sencillas para no llamar mucho la atención, todo esto ante una enfurruñada Rose que hacia pucheros cada vez que miraba las prendas de Leia, mientras los chicos se reían a destajo de ellas dos. Ya estaba todo listo para que partieran en un pequeño carguero, que un Hutt, viejo conocido de Dameron, les había prestado para la causa, este odiaba a la Primera Orden.

Después de aquella reunión Leia se dispuso a ver los avances de su querida padawan, esa chica se había ganado su corazón, a pesar de saber su procedencia, no le importó cuando Luke se lo contó, le tenía el cariño de una madre a su hija, ella representaba ese vacío que le había dejado Ben, era tan parecida a él en muchas cosas, no cometería los mismos errores que le sucedieron con su pequeño, algún día le revelaría la verdadera identidad a su alumna, aunque tenía miedo que reaccionara igual que su hijo, no pensaría en eso todavía, a pesar de la insistencia de Luke, esperaría.

― ¿Cómo estas querida niña?

Tan concentrada estaba Rey en lo que estaba haciendo que no se dió cuenta de la entrada de su maestra. Rey estaba trabajando en el sable partido en dos el cual trajo cuando se enfrentó a Ben.

― ¡Oh Maestra! no te sentí perdona, yo estaba trabajando en esto...

― ¿Cómo vas con el sable? Puedo ver que lo tienes casi listo.

―Si la verdad solo le faltan unos detalles, sabes...

―Veo que estás forjando tu propio sable querida -Leia observó con atención, las piezas que tenía dispersas en su mesa.