Cartas que no son cartas, para nadie.

Pero.

¿Te das cuenta? Todo pudo haber sido diferente. Si hubiéramos peleado un poco menos y si tus celos no hubieran llegado a tanto. Si mi desesperación por querer mantener todo en perfecto orden no me hubiera rebasado. Quizá hasta nos hubiéramos casado. O tan solo, durar un poco más. Carajo, solo un poco más. Para disfrutar de besos lentos con otro sabor a parte de alcohol. Ser menos destructivos el uno para el otro.
Pero así éramos, peleábamos todo el tiempo y cometíamos errores que no podíamos justificar, y al día siguiente nos amábamos más. Así de malos fuimos el uno para el otro. Pero te amaba, y sé que nunca nos casaremos o volveremos, pero te amaba, y en su momento, eso siempre fue lo más importante.