Herrería Del Corazón (Kirito X Lisbeth)

8 - Un Tímido Acercamiento

-Liz: (sonríe) ¡Kirito, me gustas!
-Kirito: ¿¡que!?
-Liz: (sonríe) ¡que me gustas! ¡Acepto ser tu novia!
-Kirito: ¡habla más fuerte! ¡No te oigo bien con este viento!

Lizbeth no ve otro "remedio" más que abrazar muy fuerte con una sonrisa a Kirito mientras caen con el viento.

Kirito también la abraza, rápidamente están por golpear el suelo y Kirito usa un hechizo de viento, una onda de viento surge en ese instante alrededor de ellos que los detiene por menos de un segundo a una altura de 5 metros y luego continuar a caer pero con menor fuerza, y así la abundante nieve de esa zona amortiguó su caída.

-Liz: (sobre Kirito) ¿estás bien?
-Kirito: si, estoy bien.

Liz le sonríe y le da la mano para que se levante, el recibe la mano y se levanta rápidamente, luego se estira un poco dolorido el la espalda por el impacto con la nieve.

-Kirito: estoy bien, no es tan grave.
-Liz: qué bueno (lo abraza)
-Kirito: este.. Liz ¿porque me abrazas?
-Liz: (sin soltarlo) ¿no te gusta?
-Kirito: si, me encanta viniendo de una enojona como tú ¿pero.. porque?
-Liz: (lo suelta) ¿no oíste lo que te dije?
-Kirito: ¿que cosa?
-Liz: mientras caíamos.
-Kirito: no, no te oí. ¿Que me dijiste?
-Liz: te dije que me...

Liz estuvo a punto de decírtelo pero se queda callada mirandolo, ella sabe que si le dice que el le gusta el la aceptaría, pero.. aún así siente una gran vergüenza, ahora ya no lo ve como un chico amistoso, agradable y otras veces incómodamente agradable, sino ahora lo ve como un chico cuya presencia la hace sentir nerviosa y cómoda.

-Kirito: ¿Liz?
-Liz: nada, no era importante.
-Kirito: (sonríe) si tu lo dices.
-Liz: bien, debemos encontrar la bolsa donde teníamos los diamantes. Quien sabe hacia donde salio disparada cuando la dragona nos voló.
-Kirito: ahí está.

Kirito señala hacia un lugar de la montaña apartado con mucha nieve, ay está tirada la bolsa de dormir con la mayoría de los diamantes esparcidos entre la nieve.

-Liz: bien, hay que recogerlos.
-Kirito: me parece un dato muy obvio.
-Liz: lo es.

Kirito y Liz se acercan hacia esa zona y empiezan a recoger los diamantes o cristales, Liz de vez en cuando se detenía a ver a Kirito, el se mantenía recogiendo los diamantes pero esta vez no hacia bromas ni nada parecido hacia Liz, se mostraba como si fuera una persona normal.

-Liz: bueno, y estos son los últimos.

Liz acaba de contar junto a Kirito los últimos diamantes-cristales que han recolectado en la bolsa.

-Kirito: si hubiera traido una bolsa más habríamos llevado mucho más.
-Liz: sin contar el metal para tu espada, ese no salió volando, se quedó al fondo de la bolsa.
-Kirito: (sonríe) volvamos, ya quiero ver que puedes hacer con ese metal.
-Liz: te sorprenderé.
-Kirito: eso veremos.

Mientras vuelven a la cabaña Liz ayuda a llevar el excremento metálico del dragón mientras que Kirito lleva la bolsa de diamantes.

-niño: (mente de Kirito) oye ¿acaso se te revolvió el cerebro? Ella se te confesó mientras caían ¡¿Porque ahora le dijiste que no lo oíste?! ¡Ahora serian novios!
-Kirito: (piensa) lo sé, quiero probarla.
-niño: (mente) ¡pervertido!
-Kirito: (piensa) ¡no me refiero a eso! Me refiero a que quiero saber si realmente le gusto o es solo una ilusión por el momento que pasamos.
-niño: (mente) ¿estás seguro? Siento que me estás mintiendo.
-Kirito: (piensa) está bien, lo que realmente quiero es que ella se me declare a mi, como una venganza por el tiempo que me rechazó.
-niño: estás loco ¡¿ahora tu la vas a rechazar?! ¡Estas demente!
-Kirito: (piensa) no la rechazaré, esperaré a que se me declare y le diré la verdad, y luego seremos novios.
-niño: (mente) ¡no tienes corazón!
-Kirito: (piensa) y lo dice el niño que me quitó los ojos y me atravesó los brazos y las piernas en el mismo día que nos conocimos.
-niño: (mente) eso fue necesario para unirte con la maldición de la espada.
-Kirito: (piensa) si claro.