Un clavo saca otro clavo. En el despecho, ese dicho es completamente compatible. En cambio en el amor no. En este último caso el dicho no aplica, porque el clavo puede seguir ahí y un nuevo amor puede hacer insignificante a ese clavo.
Jamás me sentí enamorada de Fani, simplemente me sentía bien al tener alguien a mi lado con quien compartir mi amor, pero debemos comprender que no es lo correcto. Es decir, está bien dar amor y respeto a todo ser humano aunque no lo merezca, ya depende del criterio de cada quien, pero... lo que quiero decir es que debemos cuidar el amor que nos queda por dar y el que nos damos a nosotros mismos.
Esa noche hablando con Andrea, me sentí culpable porque no quería que reemplazara a Fani o que se entendiera así. Mi intención no era esa. Y en definitiva no estaba reemplazándola, sino que la estaba haciendo a un lado poco a poco. Intentaba adaptarme al mismo tiempo.
Hasta el día de hoy, me he sentido mal por actuar de esa forma. Era evidente que me negaba a tener interés por Andrea porque mi atención y cariño estaba enfocado en Fani, aunque... estuviéramos "sin estar". El caso es que ese interés existía y al terminar con Fani, se fue. Con el tiempo se diluyó rápido y aún más con la presencia de Andrea.
Brenda, como mi mejor amiga, siempre ha sabido todo. Le contaba cada secreto o cada aspecto de mi vida. Ella me dijo que tal vez Andrea tenía el mismo interés y que si no lo investigaba, jamás lo podría saber.
La verdad no recuerdo con exactitud la ocasión en la que Andrea se animó a decirme que le gustaba. Tenía mis sospechas pero no imaginaba que fuese real. Lo que recuerdo es que los encuentros y las salidas con o sin Brenda se hicieron más frecuentes y una tarde, como ya era costumbre, la acompañé a la última estación donde se bajaba para tomar la combi que la dejaba cerca de su casa. Al despedirnos se quedó mirándome y yo a ella. Supe entonces que nuestra atracción era inevitable y que deseábamos besarnos. Le pregunté qué pasaba y qué era lo que quería decirme, y como no quería, le dije que lo escribiera en las notas de mi celular.
Guardé esa nota por mucho tiempo, ahora ya no sé dónde está. Probablemente ya se haya eliminado o quedó perdida por ahí. Esa nota decía más o menos algo así:
"Siempre que te veo me encantas y cuando veníamos en el metro sentí ganas de decirlo, pero siempre me ha costado hablar. También tengo unas ganas terribles de besarte, pero sé perfectamente que nos estamos conociendo y no quiero que pienses que solo es algo pasajero, ante todo me gusta respetar a la persona que me interesa y tú me gustas mucho."
Ahora imaginen mi cara después de haber leído aquella nota. Se me hacía poco creíble que yo le gustara a una chica de forma espontánea y natural, quiero decir, sin alguna aplicación (tínder) o sin que alguien me la haya presentado.
Y no, no la besé de inmediato. Quería llevar las cosas con calma, exactamente como ella también quería. Después de ese día, la vi un par de veces más y sin besarla, hasta que...
Un viernes por la tarde, sin clases de nuevo, fuimos a un antro-bar cerca de la escuela. El famoso SHINE. Mi mejor amigo Diego, Freddy, Mangel, Blancas, Andrea y yo, bailábamos entre tanta gente y entre tragos encontré la valentía para dar inicio a mi siguiente jugada; besarla.
En un rincón, justo por la barra, Andrea estaba recargada en la pared y yo frente a ella sosteniendo mi trago en la mano. Hablábamos de cosas sin importancia y cuando me iba a animar, me dijo que saldría a fumar un cigarro con uno de mis amigos. Tal vez la vida me trataba de decir algo.
Me acerqué a Diego y Freddy y me preguntaron qué sucedía con Andrea. Les dije que me gustaba y quería besarla pero no sabía cómo hacerlo. Mientras ellos me daban consejos y ánimos, yo sólo la veía desde la barra fumar. Traía una chamarra de cuero negra que curiosamente la hacía ver más atractiva y sexy.
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Los amores que nunca tuve
RomanceTodos hemos tenido un crush, un amor imposible o uno platónico. En medio de tantas historias sobre amor y desamor, esta es la mía, sobre cómo he buscado tanto alguien que me corresponda, y no he estado exenta de ello, pero por algo desconocido, siem...