Capítulo 1

945 52 0
                                    



🐇🐇🐇🐇



Era de mañana temprano cuando los rayos de sol comenzaron a tocar suavemente el rostro de Taehyung, por lo que tuvo que abrir los ojos, parpadeando varias veces tratando de acostumbrar la vista a la luz. Sé quitó el cabello negro que le caía sobre los ojos, encontrándose con una adorable imagen que le sacó una sonrisa ni bien al despertar.

Su hermoso chico de cabello castaño se encontraba recostado sobre uno de sus brazos, super cerca de su rostro completamente dormido, unas largas orejas cafés descansaban hacía atrás. Mientras el pequeño dormía uno de sus brazos rodeaba el abdomen del pelinegro acurrucándose más hacía su cuerpo si era posible, pero lo que más ternura le daba era que la mano restante la mantenía cerca de sus labios, teniendo mitad del dedo pulgar entre sus labios, para tener ya dieciocho años aquel conejito parecía sólo un bebé, lo demostraba todo el tiempo con sus acciones.

Desde que Jungkook había entrado en su vida todo había cambiado, porque aquel chico había alegrado su hogar como nadie nunca lo había hecho. Todo había comenzado de una forma bastante enredada, pero con el pasar de los meses todo lo gris que había tenido lugar en la vida de Jungkook se había transformado en bellos colores vivos gracias a su amo.



🐇🐇🐇🐇



Los híbridos de conejos siempre habían sido considerados como comida, animales para practicar la caza con los perros o gatos, eran tratados como las ratas mismas. Jungkook había crecido en una tienda de mascotas, pero ya había pasado de mano en mano con diferentes hombres y mujeres que al final acababan botándolo de nuevo al mismo lugar. Por ello el trato que recibía por parte de los empleados era pésimo, prácticamente lo mantenían encadenado dentro de su jaula las veinticuatro horas del día, sólo recibí a tres comidas diarias, lo que se resumía a pan y agua.

Pero al cumplir sus dieciocho años todo cambió, justo en día de su cumpleaños ingresó por la puerta de la tienda lo que sería su salvación, un hombre de cabello negro y vestido de traje había cruzado la puerta, tintineando la campanilla que anunciaba el ingreso de un nuevo cliente. El pequeño conejo tenía órdenes estrictas de no hacer ruido en su jaula, de lo contrario algún dueño podría elegirlo y devolverlo como siempre sucedía, por lo que la tienda tendría que devolver el dinero entregado por él; en consecuencia lo golpearían y dejarían sin comer durante todo el día.

-Bienvenido señor Kim... ¿Qué podemos hacer por usted?- preguntó el vendedor que se encargaba toda la tienda.

-Vengo por un híbrido, para compañía- respondió una voz grave, el pequeño elevó sus orejas para escuchar mejor.

-Ya veo, pues tenemos muchos que seguro le agradarán- asintió el empleado mientras guiaba al pelinegro a las jaulas.

Taehyung observó a cada híbrido en jaula que le observaba, pero ninguno llamaba su atención, salvo por una de las jaulas que se encontraba cubierta por una sábana negra y no dejaba que se viera nada del interior.

-¿Qué híbrido se encuentra en esa jaula?- preguntó señalando de lo que hablaba, Jungkook se acercó lo suficiente para poder ver al hombre, pero que este no le viera.

-Oh no hay nada señor, se encuentra vacía- respondió el vendedor. -Sígame por aquí, le mostraré otros animales- trató de alejarlo de aquella zona.

Jungkook se asustó, trató de retroceder de nuevo a su pequeña cama para no meterse en problemas luego, pero la cadena que se unía a su cuello se rozó contra el suelo creando un chirrido que llegó hasta los oídos de Taehyung.

Mi pequeño conejito // VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora