Me enteré que te graduaste de la universidad, estudiaste lo que querías, lo que me contaste aquel verano cuando el sol nos daba de frente y tu sonreías emocionada mientras me contabas sobre todo lo que querías ser de grande.
El chico con el que hablas, sé que te atrae, pero no quieres dar el siguiente paso por miedo a lastimarme, hazlo, acércate a él, tu felicidad es mi felicidad, no te preocupes a mí ya nada me puede herir.
También noté que dejaste de llorar y la hermosa sonrisa que me enamoró volvió a tu rostro, vive, mi amor, vive por los dos, vive y se feliz.
Toda mi vida deseé morir, no tenía ningún sentido mi existencia en este mundo, el dolor se me atoraba en la garganta hasta el punto de no dejarme respirar, sin embargo, ahí estabas tú, siempre estuviste, demostrándome que la vida tenía sentido, que mi vida si tenía sentido y por un momento lo tuve todo hasta que lo perdí, justo cuando más quería vivir, vivir por mí, vivir por ti, yo... simplemente me perdí y me fui. Durante días y noches me pediste que volviera a gritos silenciosos en aquel rincón de tu habitación, pero yo no pude hacerlo, lo intenté y fallé.
Te pido perdón por no cumplir las promesas que te hice, pero sé que el chico, si, ese chico, tendrá el poder de cumplirte todo.
Desde donde estoy no he dejado de amarte, creo que nunca lo dejaré de hacer, solo me queda agradecerte por esos momentos, esos efímeros momentos que para mí lo fueron todo.
De todas las promesas que te hice solo te cumplí una, amarte hasta la muerte y heme aquí muerto, pero amándote como si estuviera vivo.
De: El amor de tu vida.
Para: El amor de mi vida.
PD: Cuando llegues aquí te estaré esperándote con una sonrisa y buscaremos nuestro felices para siempre, ya que, si no lo tuvimos en vida, te juro que lo tendremos en la muerte.
