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Padastro(MinosxDita)

Afrodita tenía dos años cuando su padre los abandonó.

Un par de años después Albafica llevó a casa a Minos, durante los siguientes seis años Minos fungió como su padre aunque finalmente Albafica terminó separándose de él y se casó con Manigoldo.

Aunque era una excelente figura paterna, Afrodita aun sentía gran afecto por Minos a quien ya no volvió a ver debido a que se mudaron a Italia con el esposo de su madre.

Cuando Dita cumplió veintidos años decidió vivir solo en el centro de la ciudad, llevaba solo un par de meses en su departamento cuando al pasar frente a un gimnasio lo volvió a ver.

—¿Minos?

El de cabello blanco estaba sobre una bicicleta fija a velocidad alta, el sudor le recorría los brazos y piernas en su conjunto deportivo negro.

Se veía claramente distinto pero no había perdido para nada su atractivo.

Afrodita entró emocionado pero al buscarlo no lo encontró, cuando estaba por irse noto que iba acompañado de otros dos sujetos que cargaban sus maletas deportivas.

—Minos hola ¿Te acuerdas de mi? Soy Dita.

—¿Dita? Dita que gusto verte de nuevo.

Los hombres junto a el, notando a la belleza a su lado lo dejaron a solas.

—Nos adelantamos, no tardes – Dijo el rubio que lo acompañaba.

—Si, enseguida los alcanzo – el de cabello blanco volvió la vista al peliceleste y con una sonrisa dijo :

—Te ves muy bien, has crecido mucho – La mirada de Minos fue hacía el vestido lila que traía el peliceleste y eso lo hizo ruborizarse al instante.

—Es verdad – Dita bajó la mirada un poco apenado –Sé que quizás no  esperabas verme de este modo.

—No, al contrario, ese tipo de ropa te queda muy bien. ¿Como han estado?

—Bien, aunque vivo solo actualmente Podrías venir de visita alguna vez, tengo un poco de prisa así que te dejo mi número.

Minos sacó su móvil y anotó rápidamente el numero que el peliceleste le dio, al poco tiempo se encontró con los otros en las regaderas.

—Ligando con jovencitos, Minos aún no pierdes el toque.

—Se equivocan, esa persona es muy importante para mi, no era una simple conquista de hecho formó parte de mi vida hace tiempo.

—Eso es imposible, a que edad empezas a salir con él a los once jajaja

—¡No, el era mi hijastro!

Radamantys dejó de reir y lo miró

—Eso si es un problema, por lo poco que pude ver tu hijastro ya no te ve del mismo modo.

—¿Afrodita? – El de cabello blanco se quedo pensativo mientras abría la regadera.

—Tendrías que ser muy distraido para no verlo –dijo Aiacos – enjuagandose el jabón.

—Apuesto a que te dio su número, porque ya no vive con mami ¿o estoy mintiendo?

Minos se mojó enseguida el cabello cubriéndose los ojos.

—¡Aiacos mira Minos esta nervioso!

—Asi que por lo visto papi ahora también lo mira con malos ojos, que perverso eres Minos, pero no te culpo esa hermosura tenía un cu..

Minos se levantó el cabello mirando con enfado al de cabello oscuro.

—Un cuerpo hermoso, que delicado eres.