El deus ex machina(falso)

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Aclaración: Entre los recursos literarios, el deus ex machina llega a ser un tanto polémico.

Ella será tan fuerte como la situación lo amerite. Supongo que sabrán de quién


Hiroto se mostró renuente a mi sugerencia; el temor se expresaba en su rostro.

Yo, en teoría, también reaccionaria así; empero mi fresca mente nos puede salvar de este apuro.

Al final, tras unos segundos de tensión, él me cedió dicho control.

¿Cómo lo hizo?

No es necesario algún conjuro o sacrificio; solo es necesario que acepte, voluntariamente, mi intervención y evite expulsarla de inmediato. En el mejor de los casos, surgirá como una molestia momentánea; caso contrario, sufrirá dolores inimaginables después de a posesión. Ya con hablarnos, constantemente, había atenuado el impacto que generaría.

Para mitigar el shock del cuerpo, porque tendría dos impulsos nerviosos con distinta fuente, me centré en las facciones de la cara junto al ojo derecho. Ocupar todo el cuerpo de golpe podría dañar su alma y sus circuitos mágicos.

— Señor, lamento interrumpir su conversación en esta noche tan oscura —dije mientras me acercaba.

El dicho guardia, que antes veía compasivamente a la mujer, no mostró nada de agrado ante mi presencia.

— Que descortés de su parte mirar desde oscuras. ¿Qué lo trae por aquí, nuevo?

Tal parece que notó mi presencia desde antes. Sigamos tranquilos.

— Unas cuantas transacciones

— ¿Libre o por acuerdo?

Ha utilizado la jerga de juego; eso facilita muchas cosas.

Si digo libre, no me pedirá ninguna tarjeta de identificación, un documento civil, y seré atendido por un empleado cualquiera. Por otro lado, si digo por acuerdo; aparte de identificarme, debo pagar una comisión y, luego, elegir a un vendedor de mi gusto.

Lo mejor sería la segunda opción; no obstante, desconozco quiénes estarán a cargo junto con mi escasez de dinero.

Por lo tanto, vamos con la primera.

— Libre

— De antemano, dudo que podamos quitarle esa fea cara de su rostro — bromeó con cierto desprecio.

Puede que Hiroto tenga una cara ordinaria, pero no es como que pasaras de ella. No subestimes el poder de un candidato a ruta.

Como ya ha transcurrido cierto tiempo, amplio mi dominio a toda la cabeza exceptuando el ojo izquierdo; lo último que quiero es inquietar a Hiroto.

— Supongo que debería regalarle un espejo también como muestra de agradecimiento — respondo con afabilidad y una sonrisa natural

— No te pases de listo, jovencito

Tal parece que no le agradó; como sea, ni que hiciera negocios con usted.

Me dejó pasar hacia la tienda.

— Tómese su tiempo, polizonte.

— Gracias.

Polizonte, eh. No es como que quisiese venir por turismo.

Los pedazos tecnológicos, no importa si son basura o en perfecto estado, se venden muy bien; pero los mejores compradores están en este tipo de tiendas.

Reencarné como una sandalia en un juego otome que odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora