4| La llama de la pasión

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¡S.E. M+18!

Pov's Malia

Habían pasado un par de horas desde nuestro encuentro sexual, en realidad no sé cómo describir o llamar lo que pasó entre nosotros.

Aún seguía en el que alguna vez fue también mi habitación, solo tenía mi ropa interior puesta y el estaba en bóxer. Me miraba en silencio sin decir una sola palabra así que dije lo primero que se me vino a la mente.

- Puedes follarme como quieras y yo gritare como una perra en brama, te hare disfrutar. - dije tomando valor mirándole a los ojos, él solo asintió.

Se acercó a mí y me empezó a besar el cuello hasta llegar a mis labios, mientras me besaba sus manos recorrían mi cuerpo, tocaba mi trasero, subió hasta donde están mis senos y los masajeaba, me aventó a la cama, me quito el brassier y empezó a mamar mis pechos, jugaba con mis pezones como un niño chiquito, puse mis manos sobre su cabeza como si le diese leche a un bebé.

Después de un rato chupando mis pezones, fue bajando y dejando una línea de besos húmedos en mi abdomen plano, quito mis bragas con sus dientes y empezó a chupar mi vagina, empecé a gemir como se lo prometí, sentía como su lengua recorría todo mi clítoris, sus dedos empezaron a perforar mi vagina, empecé a ahogarme de excitación, con una mano metía y sacaba sus dedos de mi vagina mientras que con la otra metía sus dedos en mi boca ahogando mis gemidos, saco sus dedos de mi boca y empezó a jugar con mis senos, los agarraba salvajemente y los masajeaba, sus dedos apretaban mis pezones hasta que enloquecí y di mi primer orgasmo, solo alcance a mirar la sonrisa de superioridad que tenía y susurré: "métemelo".

Posó mis pies en su cuello y acerco su pene a la entrada de mi vagina mientras tomaba mis senos con sus manos, él me miró a los ojos y le sostuve la mirada, con una diminuta sonrisa en sus labios me metió su gran pene de golpe, gemí de dolor y después empecé a gritar de placer, Stiles, empezó a bombear mi vagina con su pene en un mete y saca mientras que sus manos seguían agarrando fuertemente mis pechos, "yo le gritaba que no dejara de metérmela, que lo quiero tener dentro", él me beso y con su fuerza me impulso cambiando los roles, empecé a cabalgar su verga erecta clavada en mi vagina mientras saltaba sobre él.

Stiles llevó sus manos a mi cintura y empezó a mover sus caderas haciendo así un vaivén más delicioso e excitante, empezó a gemir con fuerza y me susurró; que iba a terminar, le dije que se corriera dentro, unos minutos después sentí como mi vagina era llenada con una cantidad exagerada de semen, »sabía lo que eso significaba, pero no sé lo diré, dejaré que él lo descubra« deje su pene dentro de mi vagina y él me recostó en su pecho.

Sonreí con felicidad por estar nuevamente en los brazos de mi primer amor. Temo que esto solo sea momentáneo pero mientras tanto lo disfrutaré al máximo.

Él giró su cabeza para mirarme a los ojos, su rostro estaba más pálido que nunca, siempre admiré su inteligencia solo que no esperaba que se diera cuenta demasiado pronto.

El suspiró y dejo salir una lágrima para luego tomarme del cuello y besarme con amor, sollozé con culpabilidad porque de no haber sido tan débil núnca le abría engañado. Lo amo demasiado y ahora lo amo más que núnca.

- Perdóname por favor - supliqué

- No sé que decir, ¿Te parece si nos vamos de Beacon Hills, ... Para siempre? - preguntó él, asentí de inmediato con una sonrisa

Él sonrió suave y me besó nuevamente

- ¿Cuando nos iremos? - pregunté

- Está misma noche, tomemos un baño y luego haremos nuestro equipaje. - dijo, tomo su celular y llamo para reservar un vuelo

¿Estarán pensando que soy una masoquista? Claro que no, simplemente soy la culpable de todo, heri sus sentimientos y le cause mucho daño. Ahora quiero reparar todo lo que causé.

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Narrador

Mientras tanto en algún lado del bosque, se encuentra Scott, se encuentra sin vida, tenía un cuchillo de plata incrustado en su cabeza y bañado en aconitó amarillo.

La Banshee había gritado su nombre, Stiles y Malia lo habían escuchado y simplemente no le dieron importancia y siguieron con lo suyo.

La verdadera asesina era ...

To be continue...

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