Capítulo 14

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Wang Yibo fue feliz ese día al despertar junto a su Zhan-ge, también lo fue el día siguiente y el que siguió de este. No supo cómo ni por qué pero la presencia del pintor en su hogar no fue del todo indiferente, era como si ya estuviera acostumbrado a él, a que rondara a su alrededor, como si todo este tiempo Yibo hubiera esperado por tenerlo cerca.

Le agradaba abrir los ojos y estar entre los brazos de Xiao, le fascinaba que revoloteara sus dedos sobre su corta melena azabache y repartiera algunos cortos besos sobre esta, y aunque no siempre despertaban en la misma posición, rodear a Zhan por la cintura mientras restregaba su rostro contra el vientre de este se había convertido en su posición favorita, una de las razones para serlo era que si él lograba despabilarse primero le dejaría una lluvia de besos sobre la suave piel del vientre que tenía frente a él haciendo que Zhan se retorciera y soltara una melodiosa y suave risa que Wang Yibo gozaba tanto, cada vez que pasaba eso era un bello amanecer para él.

Se apreciaban por la mañana, se despedían para realizar sus tareas personales durante el día y después por la tarde se encontraban para dar inicio a sus clases. Las sonrisas mutuas no pasaron desapercibidas por nadie, el ambiente era grato pero nadie se atrevió a decir algo al respecto. Luego, a las últimas horas del día, sin nadie alrededor que pudiera interrumpir, cuando sólo la noche era su testigo, ambos chicos se encargaban de no dejar alguna duda del cariño que sentían el uno al otro, era placentero cómo dos o incluso tres horas se volvían eternas antes de dormir, a veces sólo charlando frente a la tv, cenando o admirándose acostados sobre el colchón hasta que los roces y caricias traviesas se hacían presentes.

Fue el mismo sábado que al terminar algunos pendientes del trabajo con Zhu, por la noche Yibo invitó a cenar a Xiao Zhan planeando que se quedara a dormir junto a él otra vez. Sin pensar que terminaría fallando por completo en su misión, o al menos eso creyó.


– ¡Pero, Zhan-ge...! Mañana es domingo.


– Yibo, es por eso mismo que no me quedaré.


– ¿Qué? Pero, no lo entiendo.


Yibo atrajo ambas manos del laoshi mayor, guardándolas entre las suyas y recibiendo una mirada inquisitiva por parte de él, haciendo una mirada de cachorro y dejando salir su labio inferior tan rechoncho color melocotón, con la esperanza de que su Gege recapacitara y decidiera dormir con él una vez más, pues para él no había un límite para experimentar esa sensación acogedora de estar entre sus brazos.


– No me quedaré Yibo, y antes de que pienses cualquier otra cosa negativa quiero que escuches esto: Deseo y quiero darte tu espacio, los últimos días han sido fabulosos, demasiado diría yo pero...


Pero no somos pareja... pensó Zhan. La sensación de molestia carcomió una parte de su interior, aun así no demostró tal cosa.


– ¿Pero...?


La risa traviesa de Xiao Zhan no pudo quedarse dentro de su ser, ese Didi era muy quisquilloso y cada que podía lo presionaba.


– Pero no puedo seguir así todos los días.


Dance Lover || ZhanYi ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora