9.- Varita

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Severus deseó haber seguido la idea de Sebastián de no regresar. Estaba sentado en su oficina después de tomar otra poción para el dolor de cabeza. Miró hacia arriba cuando alguien apareció en la habitación. Vio a Draco, Neville y Sebastián con Tina soltándolos.

- Tío Severus, te ves como algo que un gato no arrastraría -

- Mi Bat tiene a un viejo molestándolo - Sebastián estaba de pie entre Neville y Draco. Tina estaba ahora junto a la puerta esperando a Sebastián.

- Quizás sea mejor que llevemos a Bastian a la sala común - Neville no le tenía miedo a Severus, pero tenía la sensación de que necesitaba un momento de tranquilidad.

- Estoy bien. Tomé una poción - Severus vio a Tina alejarse mientras su hijo se movía alrededor del escritorio. Sebastián comenzó a sacar sus libros y ponerlos sobre el escritorio de Severus. - ¿Cómo fueron tus clases? - Severus observó cómo los libros se apilaban prolijamente uno encima del otro.

- Bien. Weasley y Granger han estado tratando de hacer que Bastian responda a Harry. Seguían insistiendo en que él es Harry Potter a pesar de que todos usaban a Sebastián Snape. Bastian en un momento sacó la lengua y les dijo "no, no, mi nombre es mi nuevo nombre" - Draco había disfrutado de la mirada de sorpresa en los rostros de Granger y Weasley cuando Sebastián le sacó la lengua.

- Sí, Bat, no son brillantes. Mira, tengo una O de nuevo - Sebastián levantó su ensayo de Encantamientos. - El pequeño Profesor dijo que hice un trabajo excelente, sin errores de ortografía - Sebastián dejó el ensayo directamente sobre el escritorio. El ensayo no tocó nada más.

- Muy bien. Ciertamente estás ganando tus Ranas de Chocolate esta semana - Severus miró las caras de Draco y Neville. - ¿Qué pasó? - Sabía que Sebastián tenía su propia forma de hacer las cosas. Los libros siempre tenían que apilarse prolijamente uno encima del otro. El pergamino no podía tocar los libros ni otras cosas. Severus al principio pensó que era TOC, pero después de leer algunos libros más lo reconoció por lo que era. Sebastián nunca había llegado a controlar su mundo con los Dursley y, con autismo, desarrolló ciertos hábitos para darse algo de control.

- Granger estaba hablando con Weasley, en la biblioteca - Draco y Neville se sentaron en las sillas frente al escritorio de Severus.

- Sí, ella es ruidosa - Sebastián abrió el cajón superior del escritorio de Severus y sacó los lápices de colores que Severus guardaba allí para que los niños los usaran cuando tuviera detenciones. Se quedarían en su oficina mientras él iba al lado de su salón de pociones para supervisar la detención. La puerta entre las dos habitaciones permanecería entreabierta.

- Loud es un eufemismo. La escuchamos mencionar que Dumbledore iba a intentar que la contrataran como tutor de Sebastián. Dumbledore va a usar la Junta para hacerlo oficial y que le paguen por hacerlo. Weasley se rio, comentó que le pagaron por cuidaba a Sebastián mientras el hacía el trabajo para Sebastián - Draco sabía que esta información era importante y sabía que la única razón por la que la escucharon fue porque la biblioteca estaba en silencio y los dos idiotas no se dieron cuenta de que estaban del otro lado del librero. Sebastián siempre estaba callado en la biblioteca. Por lo general, susurraba cuando hablaba mientras seguía la regla de la Sra. Pince de estar callados.

- Yo hago mi propio trabajo. Mi bat y mi Par estarían molestos si no lo hiciera - Sebastián miró a Severus. - Bat nunca hace mi trabajo -

- Sí, lo haces. Llamaré a Lucius y le advertiré - Severus sabía que el viejo tonto estaba tramando algo cuando siguió apareciendo durante los últimos dos días haciéndole una variedad de preguntas sobre la educación de Sebastián. Había creído que el hombre iba a conseguir que uno de los miembros de su Orden revisara o mirara el trabajo de Sebastián para asegurarse de que Sebastián pudiera permanecer en Hogwarts. Dumbledore no quería que Sebastián se fuera y temía que si Sebastián no podía hacer el trabajo, Severus podría retirarlo. Minerva y cada uno de los demás miembros del personal siempre pasaban tiempo con Sebastián para asegurarse de que entendiera todo. Minerva y Filius suelen pasar hasta una hora a la semana con Sebastián. Pomona no tuvo que pasar tanto tiempo con Sebastián y las plantas lo amaban.

El pequeño murciélagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora