Capítulo Único

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El típico viaje de amigos pudo haber terminado en algo trágico, pero solo terminó como un extraño recuerdo que les producía terror de recordarlo. Porque claro, no sucedió nada malo, pero pudo haberles ocurrido.

La duda y la desconfianza nunca fueron parte de su equipaje que solo estuvo cargado de emoción y alegría por querer compartir algo lindo con un par de amigos. Todo fue bien durante el primer tramo del camino, su meta final era llegar al lago escondido del otro lado del bosque del que habían escuchado hablar en una reunión de amigos que fueron de viaje y solo volvieron con buenos y gratos recuerdos. Ellos no querían ser el único grupo de amigos que jamás emprendió un viaje.

Las buenas canciones y los chistes de doble sentido entre ellos habían llenado de ruido aquella pequeña camioneta que habían alquilado, porque uno de ellos había sugerido que sería más cómodo viajar en una. El calor de la carretera y la suave brisa del viento hizo una increíble combinación.

Todo empezó cuando salieron de Konoha, llevaban la mitad del camino sugerido en el mapa de la ruta para llegar al tan famoso lago. Aquella pequeña figura que se hizo cada vez más clara conforme iban avanzando en la larga carretera nunca les había levantado la mano ni mucho menos había regresado la mirada para hacerlos detener, simplemente iba de camino a un costado de la calurosa carretera cargando tan poco equipaje.

—¡Hey! ¿Quieres un pequeño aventón? — los ojos de aquel muchacho se habían detenido en cada uno de aquellos rostros antes de responder

—Sí, gracias — dijo sin emoción y se subió dentro del vehículo.

Nadie se opuso a la idea de ayudar aquel sujeto, pues nunca sintieron desconfianza ni mucho menos se imaginaban que algo malo podría suceder.

El tipo de mirada seria no hacía preguntas, no decía nada si no se lo preguntaban.

—Gaara — fue lo que respondió cuando le preguntaron cual era su nombre — voy de camino a Suna.

El tipo parecía buen muchacho, asemejaba tener la misma edad de todos en aquella camioneta. Les había caído bastante bien a pesar de ser muy callado y tener semblante serio.

—Oye Gaara ¿Por qué estas viajando solo? — la inocente pregunta de Rock Lee fue el desencadenante de lo que empezaría ser el nudo de aquel viaje.

—Tome un pequeño descanso, necesitaba quitarme un par asuntos de encima

—¿No pensaste en donde pasarías la noche? ¿No te da miedo que pueda sucederte algo malo?

—Sé ocultarme, nadie me ha descubierto aún

Aquellas palabras no habrían sonado terroríficas de no ser porque todos cayeron en cuenta que llevaban consigo a un completo desconocido y en el pequeño cambio en la mirada y la suave sonrisa que esbozo aquel sujeto.

—¡Vaya! debes ser muy bueno acampando — la aptitud despreocupada y la emoción en los inocente ojos de Lee hicieron reír al joven pelirrojo.

La noche iba cayendo y todos se fueron turnando para conducir. Quisieron estacionarse a la mitad del camino y seguir con la ruta durante la mañana siguiente pero no estaban muy seguros de hacerlo.

—Gaara nos puede ayudar, él dice ser bastante buenos haciendo esto ¿verdad? — dijo Lee girándose para ver al pelirrojo quien no dudo en asentir aquellas palabras.

Instalaron sus cosas y encendieron una pequeña fogata, asaltando los pocos bocadillos que Naruto saco de su mochila. Todos habían quedado un poco sorprendidos por las habilidades que tuvo Gaara para poder armarlo todo sin ningún problema.

La ronda de historias de terror no se hizo esperar, aunque claro el único asustado con aquellas historias fue Lee quien se creyó todo lo tonto de aquellas historias que Naruto y Kiba se habían inventado del momento. Nadie lo noto pero los ojos de Neji lograron ver como el pelirrojo apenas y reaccionaba, pues su mirada había estado  fija en las reacciones que hacia el rostro de Lee quien asustado lo único que hacía era ocultarse bajo una manta en la que se había envuelto.

Sus perlados ojos se toparon muchas veces con los profundos ojos turquesa de aquel chico "vagabundo", quien miraba fijamente de rato en rato a Rock Lee.

Claro que las horas pasaron y el sueño fue haciéndolos caer uno a uno. Las brasas de la leña poco a poco iban extinguiéndose y la mayoría de ellos estaban dormidos, solo habían quedado aquellos dos despiertos, fue entonces que Neji se armó de valor y lanzó la pregunta.

—¿Qué es lo quieres con él? — los ojos turquesa de Gaara se posaron sobre él sin entender mucho a que se refería exactamente.

— ¿Qué?

—No has dejado de mirarlo desde que subiste a la camioneta— dijo haciendo un ademan de referirse a Lee que estaba completamente dormido a un costado de ellos dos.

—Me ha caído bastante bien, es una buena persona

Neji no quería adentrarse en aquel tema ni generar ningún tipo de conflicto, solo se había aventurado a preguntar porque no había dejado de pensar en la mirada profunda de Gaara al mirar a Rock Lee. 

Al poco tiempo calló completamente dormido.

La gran sorpresa se la habían llevado a la mañana siguiente cuando al despertar, el pelirrojo que estuvo viajando con ellos no estaba, solo había una pequeña nota pegada en un árbol de cara a todos ellos.

No tardaron ni 5 minutos en recoger todas sus cosas y volver a la camioneta. Seguir el camino al lago estaba más que descartado.

Sus corazones iban latiendo muy rápido y un pequeño escalofrío se colaba sobre su piel. La camioneta que un día antes había estado lleno de música y risas ahora iba en un perpetuo silencio que nadie se atrevía a romper. Lo único que deseaban eran volver a casa y agradecer el seguir con vida.

"Los pude haber matado a todos"

Fue el corto mensaje que su nuevo amigo les había dejado. Ninguno de ellos había logrado dormir bien durante varios días, solo eran sus pensamientos los que flotaban cada noche preguntándose lo terrible que pudo haber terminado aquel viaje.

El Desconocido de Aquel ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora