Principe Sapo (Tsukishima y Tú).

Capítulo II.

55 Llamadas perdidas de Mei.- suspiro avergonzada recargandome en la pared del edificio en el que acababa de salir.

Eran las 8.00 am, aún podía llegar a casa desapercibida para tomar un baño y dormir hasta que todo deje de dar vueltas y doler.

-¿Qué paso?- digo devolviendole la llamada.

-¿Dónde estabas? ¿Sabes lo peocupada que estaba por ti? ¡A ese idiota lo voy a matar! -comenzó a gritar mientras que lentamente y sin razón algunas las lágrimas caían por mi mejilla.

-Mei, no te entiendo nada y la cabeza me está dando vueltas.- mi voz sale entrecortada y siento algo de dificultad al caminar.

-¡Resulta que te desapareciste _____!- me vuelve a gritar.- Y ni siquiera estabas con el idiota de Hiro y como no te vi con él me acerqué a preguntarle ¿Y qué crees que me dijo?

-¿Qué?

-Que habías ido al baño y que cuándo fue por ti te vio en brazos de otro hombre y estaba enojado porque había hecho todo el "trabajo sucio" para que te quedaras con otro.

-Estupida no te entiendo.- gruño a borde del colapsó hacíendo mi caminar cada vez más lento.
Solo quería llegar a casa y desaparecer un rato.- Mis últimas 3 neuronas quedaron muertas por lo que sea que pasó anoche.

-¡QUE TE DROGO PARA QUE TUVIERAS SEXO CON ÉL, PERO TERMINASTE TENIÉNDOLO CON UN DESCONOCIDO!

Droga...
Esas palabras sonaron por mi cabeza haciendo hueco una y otra vez hasta que logré procesar la palabra y entender lentamente lo que me había pasado, ¿qué era esto? ¿esto no ocurría solo en las películas?

-pero... ¿porqué?- murmuré para mi misma.

-Porque al parecer aún no caías con sus "encantos".- murmuró triste.- Y todo fue mi culpa, por intentar que conocieras a nuevas personas, que salieras del cascarón en que te metieron desde que tengo memoria... Pero no llevabas ni un día fuera del cascarón cuando yo te quise lanzar a volar.

Mi celular cayó al suelo junto con las lágrimas de mis ojos que parecían salir con más potencia.
Simplemente, de todas las personas en el mundo nunca creí que esto me fuera a pasar.
Hiro... parecía ser un buen chico, ambos acabábamos de salir de la universidad y trabajamos un tiempo en la misma empresa.
Parecía ser un buen amigo, un buen chico.
Incluso inocentemente pensé que podríamos llegar a algo más para poder vivir esas historias que mi madre me contaba de niña.
Lo se, soy muy tonta en pensar en el "Y vivieron felices para siempre", pero... parecía tener interés en mí incluso se había puesto triste cuando se enteró que tenía una mejor oferta de trabajo en la sucursal de la empresa en la que trabajamos, lejos de su lado.
Tal vez, si él me lo pedía me iba a quedar aquí, a su lado.

-_____, ¿dondé estás?

-No sé. -confieso. -Tengo miedo y me duele todo, Mei ayúdame no sé que hacer.

....

____ nunca había entendido el "raro" comportamiento de sus hermanas cuando era joven, esas escapadas en la noche para ir con las chicas del barrio a lugares que desconocía le parecía sorprendente cuando escuchaba a sus hermanas hablar, pero también recordaba los gritos de su madre y el llanto que le causaban los comportamientos de sus hermanas, simplemente no entendía la razón y por vivir influenciada por las ideas de su madre las vio como las malas de la historia.
Tal vez si hubiera sido como ellas no se hubiera dejado engañar tan rápido, pero ¿qué podía hacer una niña que las veía como la bruja malvada que lo único que buscaban era arruinar su felicidad? el padre de las tres siempre intentaba buscar el equilibrio entre ellas y su madre, ese dónde las cosas se arreglaban hablando con una rebanada de pastel y un café.

Cuánto deseaba ____ en este momento llegar a la casa de sus padres y refugiarse en los brazos de ambos mientras que lloraban por lo que acababa de suceder, pero sabía que no podía.
Ahora solo tenía a su padre y tenía que viajar para poder verlo.

"-Ahora que somos libres. -habló Agnés con la boca llena de pastel. -¿qué van a hacer?

-No te refieras a la muerte de nustra madre a una oportunidad de libertad. -pidió _____.

-_____, ¿a caso vas a vivir toda tu vida encerrada? ¿qué vas a hacer cuándo padre muera? ¿serás la señora de los gatos? ni creas que yo te voy a mantener, tal vez Camille lo haga ya que es muy noble y eso... pero olvídate de mí, no voy a desaprovechar la oportunidad de irme de ésta casa que parece una jaula.

-Agnés, no le hables así a ____ y ella tiene razón sobre la muerte de nuestra madre. -habló la hermana de en medio.
A pesar de todo no lograba entender porqué parecía que su hermana mayor le tenía cierto resentimiento a su madre. -Yo tengo planeado tomar mi último año de preparatoria en una escuela de verdad, después iré a la universidad.

-Yo quiero viajar. -comentó Agnés. -Después regresaré a estudiar, tal vez nos graduemos juntas _____".

Tantos planes a futuro, un mundo por conocer y _____ aún tenía la necesidad de quedarse al lado de su padre, la única figura de proteción que le quedaba ya que las otras dos se iban a ir de su lado.

-_____. -murmuró Meí cuándo la vio entrar por la puerta del departamento dónde vivían y solo bastó decir su nombre para que la mencionada corriera a sus brazos para refugiarse y llorar. -Perdón.

-Quiero irme lejos de aquí.

-Acepta el puesto. -murmuro Meí. -Estarás más cerca de tu familia, yo te alcanzaré pronto.

Recordatorio del día: Ya no tienes 5 años para pensar es esas cosas ____, la vida algunas veces te da golpes de realidad para romper esa burbuja.