Al día siguiente, Alexa se sorprendió al ver a su chico sentado en el sofá y sin el portátil entre las piernas o sobre la mesita que había ante el mueble. Sonrió y se cruzó de brazos mientras se apoyaba sobre el marco de la puerta. Travis estaba concentrado en ver la televisión hasta que notó su presencia por el aroma que desprendía la chica. Al verse descubierta, se apartó de la puerta y caminó hasta el sofá para sentarse a su lado, aunque no lo hizo con prisa, más bien al contrario. Quería torturarle un poco con ese conjunto que estaba estrenando: un top de encaje color negro y unos pantalones blancos que se ajustaban a su figura. Travis se quedó mirándola embobado y con los labios entreabiertos.
—Te estás vengando ¿verdad? —Acertó a decir él.
Alexa se detuvo a mitad de camino y se cruzó de brazos de nuevo, llamando la atención de su novio hacia la zona del pecho.
—¿Lo dices por lo de ayer? —preguntó con lentitud, emulando una voz algo más sensual de la que solía usar normalmente. Él asintió—. Es posible.
Retomó la marcha moviendo las caderas mientras andaba y se entretuvo con esa mirada de advertencia. Sin necesidad de palabras por su parte supo que de un momento a otro corría el riesgo de ser devorada por él, aunque solo en el sentido sexual de la palabra. Antes de acompañarlo en el sofá, se acercó a una de las estanterías situadas al lado del mueble donde estaba la televisión y volvió sobre sus pasos con un folio y un bolígrafo.
—¿Qué es eso? —preguntó cuando ella estuvo a su lado y colocó las cosas sobre la mesita.
—¿Recuerdas nuestra conversación de ayer? Vamos a establecer las normas de nuestra relación abierta. Estuve hablando con Catherine ayer y me dijo que lo mejor era dejar las cosas claras antes de comenzar.
—¿Y por qué no podemos acordarlo sin tener que usar papeles? —cuestionó él.
—Porque no quiero que nos reprochemos nada en el futuro. Confío en mí y creo que a ti te pasa lo mismo conmigo, pero eso no asegura que se nos vaya de madre la situación. Para eso debemos tener presente lo que queremos y lo que no en nuestra relación.
—Vale, tú ganas. Al fin y al cabo tú sabes más que yo sobre el tema.
—Solo que Catherine ha podido contarme —aclaró Alexa.
Durante un buen rato estuvieron conversando sobre los pros y contras, además de aquellas cosas que estaban dispuestos a dejar pasar y las que no. Antes de firmar, repasaron todos los puntos:
1. Nosotros somos la prioridad ante cualquiera de las otras parejas que tengamos. Pasaremos más tiempo juntos entre nosotros que con el resto.
2. En todo momento dejaremos claro a nuestras otras parejas que formarán parte de una relación abierta en la que no tendrán ningún tipo de exclusividad, tampoco nosotros, aunque sí que cumplamos con la primera norma.
3. No habrá celos, ya que no nos estaremos engañando. En lugar de eso, nos alegraremos de la felicidad del otro porque también participaremos de forma activa en ella.
4. Alexa informará de todo lo que haga a Travis, y Travis informará a Alexa de todo lo que haga, sin entrar en demasiados detalles. Más bien lo que haremos será comunicar qué nuevas parejas tenemos, a quién o quiénes estamos conociendo y con quién vamos a pasar el tiempo. Los detalles sexuales están de más, salvo que ambos estemos de acuerdo en revelarlos.
5. Si en algún momento dejamos de sentir lo que sentimos, lo hablaremos antes de tomar una decisión definitiva. Lo mismo haremos con nuestras posibles futuras parejas.
6. Evitaremos enfadarnos con el otro por temas relacionados con la relación abierta. Si esto llegara a pasar, el acuerdo entre nosotros debería terminar...
ESTÁS LEYENDO
La Fruta Prohibida: El club nocturno
RomanceUn club nocturno abre sus puertas y se convierte en el mayor centro de ocio y perversión de la ciudad, o al menos eso es lo que cuentan las malas lenguas. Sin embargo, La Fruta Prohibida es mucho más que eso. ...