Título: No soy divergente
[Creo que está de más aclarar que es un androide xD]
⛧⛧⛧
— Oficial _________, será asignada al caso de los divergentes, junto al teniente Anderson y Connor.
— ¿Y el grado de este último es…?
— No lo sé —el capitán Freud se encogió de hombros—, supongo que detective, es un androide después de todo.
¿Un androide?
Um, parece que será divertido o al menos distractor.
— ¿Y cómo se supone que voy a aportar en el caso? Yo nunca he tenido un androide, ¿debo ser agresiva? ¿Como sé que el androide no nos va a-
— ¡Es suficiente! —gruñó mi jefe—. Ya sé por qué quieren que te asigne a este caso, haces demasiadas preguntas.
— Como sea, ¿cuándo empiezo?
De pronto, el sonido de la puerta de la oficina del capitán llamó mi atención, haciendo que gire en esa dirección.
— Perdón por la tardanza, capitán, tuve que buscar al teniente Anderson en el bar más recorrido.
¿Ese era el androide con el que iba a trabajar? Carajo, parece que CyberLife los fabrica cada vez más atractivos en cuanto al físico.
— Sí, lo suponía —mi jefe rodó los ojos—. Ella es _________ __________, su nueva compañera. Ella trabajará con ustedes a partir de hoy.
— Genial, seré niñera de un pedazo de plástico y una niña, ¡me hubieras dejado en el bar, Connor! —el teniente Anderson empujó levemente al androide y salió de la oficina.
¿Él era el tan conocido Hank Anderson? Bueno… hasta donde sé había sido el mejor en su juventud, pero ahora… parecía un viejo vagabundo alcohólico.
Ha de haberle ocurrido algo totalmente traumante para que su carrera vaya en picada, al igual que su aspecto físico.
— Un gusto, oficial ________ —el androide, Connor, extendió su mano hacia mí, esperando que yo la tomara—. Será un placer trabajar con usted.
Sonreí para luego dirigir mi mano hacia él y estrechar la suya—. El placer será mío, siempre tuve curiosidad por los androides.
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Luego de haber investigado el asesinato en el club Edén y ver a esas dos tracies querer escapar de los humanos por estar enamoradas de cada una, mi opinión con respecto a mis sentimientos hacia Connor cambió totalmente.
Con el pasar del tiempo, mi opinión con respecto a los androides había cambiado de igual manera, todo gracias a Connor.
Por alguna razón, mi cerebro vio a Connor como una posible pareja y terminé enamorándome de él, bueno, si es que se puede o si quiera es legal.
Los androides eran considerados objetos, cualquier humano podía hacer lo que quisiera con sus androides y nadie diría nada porque son "objetos de plástico sin vida". Sinceramente era una estupidez para mí.