Baile de muñecas

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Mi familia y amigos siempre fueron subjetívales, llevaba una vida de curiosidad y fantasía que solo mi cabeza podía ver, sinceramente no me interesaba que otros no pudieran verla, pero dejarme de lado y torturarme fue lo peor que hicieron

Conocía la desgracia en vivo y mi imaginación se convirtió en mi arma, mi muñeca mi más grande protección y su habitación era mi mejor escondite... Había olvidado lo bondad y el amor, el decoro ante una persona y una sincera sonrisa llena de aventuras...

Y entonces llego él, demostrando que todo el dolor era en vano si no valoraba el presente, con amigos como él; no había a que temerle. Aún recuerdo esa última vez, las nubes eran amarillas y el cielo anaranjado, su cabello blanco y sus ojos color malva y dorado. Único en su especie. Aun ese ser único en su especie podía compartir similitudes conmigo... Él dolor

Salto con la esperanza de regresar por mí, obviamente sabía que no iba a poder, en mis sueños siempre hay un caballero de armadura plateada que rescata a la damisela, pero en mi imaginación, él era la damisela y yo el caballero.

Pasé momentos de incertidumbre, creí que iba a ser mi fin, en lugar nuevo, nuevas personas, otro idioma, pero no tenía miedo, eso ya lo había vivido y mi único miedo era tener hambre. Un amable señor fue mi salvación y por primera vez vi uno de mis pequeños sueños cumplirse. Trabajar honradamente.

Era un trabajo de mesera ¿y saben qué? Me encantaba

Las personas eran amables, los clientes frecuentes eran divertidos, y entonces... Nos volvimos a encontrar.

Resulto que trabajaba arriba.

Qué ironía.

Con los días pasando, conviviendo cada mañana, pude notarlo. Mis hoyuelos salían solos, las conversaciones eran eternas, al menos que Kyouka o Kunikida llegaran por él.

Me comprendió como ningún otro, y su apoyo moral siempre estuvo con una simple mirada, sabía que si lo necesitaba llegaría, y él sabía que si me necesitaba, estaría.



ōᴥō ōᴥō ōᴥō ōᴥō ōᴥō

La campana de la entrada a la cafetería sonó, temprano como siempre, él estaba allí enfrente de todos, la agencia armada de detectives – Muy buenos días – dijo la agencia entera mientras entraban.

̶ Montgomery-san, buenos días

̶ Buen día gatito

̶ Buenos días Montgomery-san – dijo Kenji sonriente

̶ Siempre como un girasol Kenji-san

̶ Mis días son mejores con un jugo de tomate de Montgomery-san – decía alegre el rubio menor

̶ Montgomery-san – le llamo Yosano - ¿Cómo sigues de esa pequeña marca? – pregunto sincera

̶ Gracias a la crema que me receto está muchísimo mejor

̶ No sé qué hubiésemos hecho – menciono el dueño del café – Gracias por cuidar de Montgomery – menciono alegre

̶ Montgomery-san – le llamo Naomi tomando sus hombros – hoy tus trenzas se ven mejor hechas

̶ Estuvo viendo un tutorial conmigo – menciono Haruno

̶ ¿Qué? Y ¿no me invitaron?

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