Mañana comienzan los exámenes y como le prometí a Cristian que lo iba a ayudar a estudiar para Química pues aquí nos encontramos, en su casa estudiando.
Llevamos una semana estudiando todas las tardes, incluso hoy era día de tratamiento para Steven y no nos dejaron ir.
Cris y yo seguimos siendo amigos, no hemos mencionado nada del beso del bar, aunque debo reconocer que cada día me gusta más.
—¡No puede ser Cristian!—dije muy frustrada—Te lo he explicado siete veces, no es posible que seas tan bruto.
—No es mi culpa, esto es difícil, nunca he entendido Química, se me da realmente mal—dijo en un tono inocente.
En ese momento sentimos abrirse la puerta principal, así que supimos que Steven y Margareth ya había vuelto del tratamiento, por lo que decidimos bajar.
—Hola chicos—nos saludó Margareth a lo que Cris y yo respondimos el saludo.
—¿Entonces, como va todo papá?—preguntó Cris bastante nervioso debido a que el médico le había dicho a Steven que hoy tenían que hablar unos asuntos después del tratamiento, físicamente estaba muy mal el padre de Cristian, pero la seguridad y alegría de sus ojos jamás se iba.
—Bueno, como ya dijo el doctor, tenía que hablar conmigo algo importante, y de verdad que lo fue—dijo Steven en un tono tranquilo lo que me hizo dudar.
—¿Y?—dijo Cristian bastante impaciente por saber que sucedía con su padre.
—Chicos,el doctor me dijo que todo iba muy bien, que la mejora era muy grande y que si sigue todo así dentro de poco habré ganado la batalla—dijo con una sonrisa enorme y con el brillo en los ojos más grande que he visto en mi vida.
Todos empezamos a aplaudir, reímos y Cristian abrazó a su padre.
—Te amo tanto papá, gracias por quedarte conmigo mi héroe—decía con gruesas lágrimas de felicidad cayendo de sus ojos.
—Bueno campeón, aún no ha acabado esto, todavía debo seguir con mis tratamientos, estoy muy afectado pero siempre mirando para el frente, aprende eso Cristian, no importa lo que suceda, lo que pase en tu vida, no importa si las circunstancias te hacen voltear la cabeza a otro lado, tu solo cierra los ojos, no mires y con todas las fuerzas trata de liberarte y mirar hacia al frente, la respuesta nunca estará en otra dirección, en la brújula de la vida el único camino correcto es el que está delante de ti—dijo Steven abrazando con más fuerzas a Cristian, yo me mantenía callada y conmovida por la situación.
—Bueno chicos, como ven, esto hay que celebrarlo así que vayan a seguir estudiando que los llamaremos para la cena de celebración—dijo Margareth con una sonrisa.
Cris y yo subimos felices a la habitación a seguir estudiando.
—Me alegro mucho de que todo esté saliendo bien—le dije a Cris y él me miró a los ojos, el azul en los suyos era claro, casi agua cristalina.
—Gracias a ti y a tu madre Susan, a pesar de que ya le he dado las gracias a ambas muchas veces, no puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy—dijo mirándome de la manera más dulce y sincera del mundo.
—Te quiero tanto—las palabras salieron de mi boca sin poder retenerlas, al instante me sonrojé.
—Yo también te quiero muchísimo—dijo Cristian, sus palabras me sorprendieron.
Levanté la vista y mis ojos verdes se encontraron con los suyos en una mirada cargada de tantos sentimientos, sin darme cuenta mi mirada bajó a sus labios, esos labios perfectamente definidos, el mordió su labio inferior, me di cuenta de que era raro lo que estaba haciendo así que aparté la mirada.

ESTÁS LEYENDO
Mi Hater #1✔️ (Editando)
Teen FictionSusan Hell, una joven de apenas 17 años, ha dedicado su juventud a escribir en Wattpad lo que ha traído gran cantidad de seguidores y lecturas. Ganadora de un premio Wattys nuestra protagonista podría describirse como alguien "Famosa" de una manera...