Punto y coma_Capítulo 5

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Arya Blomson

Bip...bip...bip…

Trato de caminar a través de la oscuridad. Doy pasos vacilantes temiendo caer en cualquier momento. 

─Hayler quedan tres minutos ─Me avisan y apresuro el paso. 

Corro por el largo pasillo, estiro las manos para evitar chocar con algo. Mis ojos abiertos lo máximo posible pero sin éxito de ver. 

─Un minuto ─Vuelve a decir la voz monótona. 

Avanzo más deprisa y doblo corriendo el largo corredor, palpo una puerta de madera. Recorro mis manos por la superficie tratando de encontrar algo de ayuda. El cerrojo. Giro la manilla y el temor se vuelve a instalar en mi pecho antes de abrir. ¿Qué habrá del otro lado? 

─Diez segundos ─repiten y mis oídos pitan mientras me armo de valor para de una vez abrir. El sonido del movimiento me eriza la piel. 

Una luz cegadora hace que cierre mis ojos. 

Logan French

Abro mis ojos con cuidado, trato de incorporarme pero un agudo dolor en el brazo me paraliza. 

Estoy en una habitación blanca, con un cuadro antiguo y difícil de interpretar. Hospital. Miro a mis lados para revisar si tengo una nota. Nada. Encuentro en mi cama un botoncito rojo, lo presiono esperando que una enfermera aparezca en mi visión.  

─Buenas tardes, señor French ─saluda una chica de cabello castaño largo y ojos grises.

─Buenas tardes, ¿Y la señorita que venía conmigo? ─pregunto, espero que la señorita Blomson haya recibido la misma atención que yo. 

─Siento informarle que su acompañante está en estado grave y tuvimos que inducirle el coma ─anuncia con tristeza fingida. 

─Tráigame su expediente y los datos de cada doctor que la vio. ─ordeno, no puedo dejar que Arya pase demasiado tiempo en el hospital. 

─Su familia quiere verlo. ─anuncia. Sé que mi familia quiere verme, pero también sé que empezarán a preguntar de más.  

─ ¿La señorita Quiz se encuentra en la sala? ─Abgail ella es la única que ahora me puede ayudar. 

─Le digo que pase ─dice y asiento antes de que salga. 

Abgail puede seguir mis instrucciones al pie de la letra y sin preguntar de más, eso es justo lo que necesito. Trato de sentarme cómo puedo en la cama, esta vez teniendo más cuidado con el brazo. 

─¡Oh mi dulce prometido! ─Entra Abgail con una voz empalagosa artificial. 

─Necesito seriedad Ab ─suplico hoscamente. 

─¿Para que soy buena? ─Camina a los pies de mi cama y se sienta en ella. 

─Necesito que Arya Blomson despierte. Es muy peligroso que este en el hospital, y si no despierta necesito que la trasladen a mi casa. ─dictamino. No voy a permitir otro atentado. 

─Bien. Hoy mismo esta despierta o está en tu casa. Ya leí tu expediente, tienes heridas en el abdomen y un brazo roto, pero te recuperaras. ─me notifica. Las heridas del abdomen ni siquiera las siento. 

─También informe que Frey contrataría más personal de protección. Grusan llamo, todo llego bien. ¿Tengo que llamar a algún familiar de la señorita Blomson? ─pregunta. Abgail está en todo. 

─No tiene familia. Me avisas cuando pueda salir de aquí ─gruño, el olor a hospital me pone malo. Mi "prometida" me sonríe antes de ir a hacer lo suyo. 

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