Cuando me despierto, lo primero que hago es revisar mi tablet, y mientras lo hago leo el libro de una persona en una plataforma para escribir y leer, es una historia súper romántica gay, solo que uno de los dos personajes es ciego, por lo tanto, se me hace más interesante y a la vez inocente, uno de mis sueños es conocer al autor, pero es solo un sueño.
Ahorita me encuentro de vacaciones, así que me permito dormir a la hora que desee y despertar igual, mi mamá no se molesta y le agradezco por ello.
Después de unos treinta minutos de estar leyendo me levanto, recojo mi cama y me visto, un pants negro con una camisa verde oscuro y unos tenis blancos, algo muy casual de mi día a día y me voy a la cocina.
Ahí se encuentra mi mamá cocinando huevos, me siento en una de las sillas del comedor.
—Hola mamá, buenos días —la saludo.
—Buenos días Anian ¿Cómo amaneciste?
—Bien, leyendo ya sabes —le digo mostrándole la tablet la cual está en el libro.
—Típico de ti —dice soltando una risilla.
A mí solo me da gracia porque que es verdad, amo leer con toda mi alma, desde que descubrí el mundo de la lectura mi vida a cambiado para bien en muchos aspectos de mi vida y no creo que lo deje de hacer nunca.
Pasan unos minutos y después mi mamá pone en frente de mi un plato con huevos revueltos y jamón, apago mi tablet y la dejo a un lado para después comenzar a comer, que no es por nada, pero a mi mamá todo le sabe delicioso.
Mi madre es una mujer muy trabajadora que nunca se ha acobardado ante nada y, aunque mi papá murió cuando era muy pequeño, ella se ha encargado de que no me falte absolutamente nada y la admiro muchísimo por ello.
Mi madre se llama Alejandra Ontiveros, tiene 38 años, pero luce mucho más joven, es alta, su cabello es color negro y su piel es blanca como la mía, su complexión es proporcionada ya que mi madre no es gorda, pero es muy hermosa, adoro a mi madre porque es una gran amiga y tenemos una relación de maravilla.
—Te dormiste temprano ayer —dice cuando se sienta frente a mí con una taza de café.
—Lo sé, realmente estaba muy cansado.
—Jaja, las decoraciones lo valieron.
—En eso tienes razón —digo y doy otro bocado.
—¿Qué harás hoy?
—No lo sé, Erick dijo que vendría hoy —reviso la hora, 11 am—. Es súper tarde.
—Es que hoy iré a casa de tu tía y me quedaré ahí, regresaría ya un poco tarde.
—Oh, pues ve ma, no hay problema por mí, ya estoy grande —le digo sin preocupación alguna.
—Anian, apenas tienes 15 años —dice burlándose.
—¡¿Y?! Ya me se cuidar solo -siento un poco de indignación, pero recuerdo que pues tiene razón.
—Lo sé, además estarás con Erick para que se hagan compañía.
—Exacto.
—Bueno, solo termino de limpiar y me voy ¿terminaste? —dice refiriéndose a mi desayuno.
—Sí mamá, gracias estuvo muy rico.
—Por nada hijo —luego de eso me levanto de la mesa y en lo que mi madre se toma su café yo me pongo a ayudarla con los quehaceres de la casa.
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Un Amor ¿Fallido? I (Gay)
Novela Juvenil¡Esta novela se encuentra en edición y siendo expandida, favor de leer las primeras dos Notas de Autor! El primer amor puede ser el mas desastroso pero ¿Cómo puedes hacerle frente a tus sentimientos si estás confundido? Anian Ontiveros, es un chico...