EL PRINCIPIO

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Seúl, Corea del Sur, 2020 diciembre 01

Jungkook

Se levantó de la cama tan agotado que sentía a su cuerpo caminar maquinalmente; aun con sus ojos cerrado y dando un par de bostezos apagó aquel sonido que trituraba su cabeza sin compasión.

《Un día más o un día menos para lograrlo Kook》 se decía a asimismo, mientras luchaba con su yo interior para que le obedeciera. Caminó hacia el baño para ducharse y soltar el ánimo de pereza; no pudo tardar mucho, aunque quisiera, pues su trabajo esperaba por él. Echó un vistazo al espejo cuando ya estaba listo 《 ¿Hace cuánto dejó de importarte tu apariencia? 》 Se cuestionó, notando una pequeña sombra de bello facial que empezaba a mostrarse y viendo también que aún con maquillaje sus ojeras y cansancio eran demasiado evidente.

Suspiró agotado de tanto analizarse y se dirigió al aparcamiento mientras soltaba suspiros perezosos. Jungkook no odiaba su trabajo, de hecho, lo amaba más que nada en esta tierra. Lo que él en verdad odiaba, era despertarse tan temprano y despedirse del calor de su cama.

Diviso a lo lejos aquel hermoso vehículo y llegando al auto se adentró en él, se colocó el cinturón y dio play a la música mirando fijo hacia delante; arrancó su coche y condujo hasta su destino dándole así la bienvenida a otro día laboral.

*

Taehyung

Taehyung estaba hasta las manos de tanto trabajo. Llevaba ya cuatro días durmiendo en la oficina de su editorial, él junto con sus empleados, pues los cuentos navideños pronto llegarían y necesitaban estar despejados y organizados para tener todo listo y no retrasar a sus clientes.

Estaba dando órdenes por aquí y por allá con una tasa de té en la mano a punto del colapso. El tiempo se le pasaba muy rápido y era algo que Taehyung agradecía en su interior. Mantener su mente ocupada era algo que realmente le ayudaba mucho.

Cuando ya la tarde llegó a su fin, tenían terminadas las ediciones de enciclopedia para el próximo año y dentro de unos cinco días estarían listos para recibir las nuevas llegadas. Estaba tan agotado de tanto trabajo, así que tomó la decisión de por fin ir a su apartamento aquella mañana y así poder ducharse y descansar como debía.

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Cuando llegó a su casa se duchó y comió unas fresas mientras revisaba alguna que otra revista. Luego de haber esperado un momento, se decidió por dormir un poco, dándose cuenta de que en verdad había extrañado tanto la comodidad de su hogar; le había extrañado mucho, aun cuando se sentía completamente solo y vacío en el lugar donde se supone tendría que ser su refugio.

Un ruido de la puerta principal abriéndose lo hizo despertar, notando que ya estaba un poco oscuro y que había descansado perfectamente bien. Se puso en pie para asomarse escaleras abajo, donde logró divisar a la persona que había ingresado a la casa.

– ¡Oh! Taehyungshi – saludó sonriente la señora Park -ama de llaves de Tae- quién era como una madre para él.

– ¡Omoni! – saludó Taehyung bajando de dos en dos las escaleras, llegando hasta donde ella se encontraba y le abrazó de una manera muy cálida.

– ¡Mi niño! Hace tiempo que no te veía – decía ella mientras abrazaba a Taehyung con cariño – ¡Ay! Pero mírate ¿has comido? – preguntó alejándose lo suficiente para verle el rostro de un lado al otro. – Aigooo, mi taetae ­­­­­­­­­­­­­­­­­­– dijo volviendo a abrazarle.

Thanks to Christmas (Taekook) - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora