Prólogo

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Control… eso es algo que Dasthon aún no entiende que nunca tendrá conmigo. Cuándo nos reencontramos en Georgia, las cosas surgieron y por primera vez pudimos llevar nuestra relación en un modo "Normal".

Claro si es que coger como conejos significa normal.

El caso es que todo cambió cuando a Dasthon se le ocurrió la brillante idea de que nos casaramos…

4 veces, fueron 4 VECES que me lo pidió y mi respuesta fue rotundamente NO.

¿Qué porqué lo rechazé? Pues la verdad no lo sé… supongo que no estoy lista para eso. Además la idea de ser el ama de casa… nuop, definitivamente eso no es lo mío.

La primera vez que me pidió matrimonio, fue mientras veíamos tele en su apartamento. No recuerdo que película veíamos ya que estábamos en medio de una sección de manoseo constante y de la nada ¡Pum! Me pide que nos casemos…. Yo bromeé diciéndole que eso no era para nada romántico.

Cómo si me gustara lo romántico.

El caso es que eso fue un grave error, ya que Dasthon se puso en plan cursi nivel Dios, a organizar una cena en pleno restaurante para hacer la gran propuesta… Nuevamente le dije que no. 

La Tercera vez fue la más vergonzosa ya que lo hizo frente a toda mi familia… él quería presionarme y pensó que delante de mis padres yo aceptaría. Lo que no se imaginó es que mi respuesta siguió siendo un rotundo No.

Soy una pesadilla, lo sé.

Luego de eso discutimos pero manteníamos nuestra relación… a decir verdad no durabamos mucho tiempo enojados.

Dejamos las cosas en que luego que terminara mi carrera, hablaríamos de boda.

Hace tres meses que me gradué en psicología…

Pero Dasthon más nunca ha tocado el tema…

— ¿Cómo estuvo tu día?— pregunta mientras me besa en los labios. 

— Aburrido, la verdad es que no me gusta ir a esos eventos caritativos— mi madre sigue asistiendo a sus obras de caridad, y pues a veces la acompaño sólo para evitar otro discurso de que nunca compartimos tiempo juntas.

Ryan y yo estuvimos viviendo juntos en Oregón mientras terminaba la universidad. Bueno viviendo juntos tampoco es un término, ya que él sólo se quedaba conmigo los fines de semana. 

Luego de la universidad, nos mudamos a California. Él en su piso y pues aunque me costó mucho convencerlo… yo vivo en el mío.

— Afortunadamente ahora eres toda mía— afirma mientras abre la puerta de su apartamento.

Era viernes, y mantenemos la costumbre de pasar el fin de semana juntos.

— ¿Y Sammy?— pregunto dudosa.

La relación con Sammy ha mejorado mucho. Se puede decir que llegamos a una tregua. No me atrevo a afirmar que somos amigas, pero digamos que nos hablamos.

— Harley se quedará con ella. Éste fin de semana sólo seremos tú y yo— el tono de voz con el que lo dice, causa esa maldita sensación de hormigueo que hace que quiera abrirme de piernas sobre él.

— Interesante, profesor Dasthon— a Ryan lo excita que lo llame así.

— no caeré en tu juego, Amanda. Quiero aclarar algunas cosas.

Ruedo los ojos. Detesto cuando se pone en plan todo serio.

Le doy la espalda mientras me dirijo a la cocina por un vaso de agua. Me sirvo el agua y me siento sobre la isla cruzando mis piernas haciendo que la falda negra se suba un poco.

No se me escapa la mirada rápida que Dasthon le da a mis piernas.

— Soy todo oído, profesor Dasthon. ¿Qué quiere aclarar?— se lame los labios cuando le doy un sorbo al agua.

— Amanda, ya tenemos tres años juntos. Yo necesito saber para dónde...— se interrumpe cuando desabrocho los primeros botones de mi camisa.

¿Que puedo decir? Tengo calor 

—… para dónde vá esto, Amanda.— sé por dónde va su conversación y la verdad es que ya no tengo excusa para negarme…

Lo que tengo es miedo.

— Ryan, yo te amo. Y pues la verdad me siento bien así, ósea no quiero que nuestra relación se arruine. Y la monotonía arruina las relaciones. Yo no puedo mudarme contigo, porque siento que estallaríamos antes de siquiera desempacar mi primera bolsa.

Era verdad. Dasthon y yo nos amamos, pero lo nuestro no es vivir juntos… nos mataríamos mutuamente.

— No me quieres lo suficiente entonces— y aquí vamos con el Ryan dramático— casèmonos, Amy.

—No— suelto automáticamente. 

Dasthon me mira y sé que le duele que lo rechace, pero es más orgulloso que yo y nunca lo va a admitir.

— ¿Porqué? ¿Porqué, Amy?— siento el desespero en su voz— ¿Acaso no te he demostrado que te amo?

— Ryan, el problema no es ése— me bajo de la isla y me acerco a él— yo sé que me amas, pero…

No puedo, no puedo decirle.

— ¿Pero qué?

— No estoy lista, Ryan. Yo...— ¿Cómo le digo? 

¿Cómo le explico que no puedo casarme con él, porque tengo miedo de fracasar? De perderlo, de ser un puto desastre como esposa y sobre todo ¿Cómo le digo que no quiero casarme porque no quiero ser madre.?

Después de lo que pasó… yo no puedo, ósea no quiero. A pesar de que me la llevo bien con Samara, yo no… yo maté a su madre frente de ella.. ¿Cómo se supone que ahora me case con su padre y viva con ella?... Francamente no puedo convivir más de 5 minutos con esa niña sin que me sienta cómo un monstruo.

— No vá a funcionar, ¿Vale?— finalizo— no lo arruinemos, Ryan. Así estamos bien.

— No. Así sólo tú estás bien, Amanda— dice antes de alejarse

— ¿A dónde vas?

— Por algo de comer, ponte cómoda— escucho el sonido de la puerta al cerrarse y me siento derrotada.

Esa es la manera de Dasthon huir de los problemas. Odio hacerle eso, odio que sienta que no me importa, porque si lo hace. Yo lo amo más que a nada y si me encantaría casarme con él…

Pero la idea me aterra demasiado como para ceder…

No quiero fallarle…

No quiero decepcionarlo.

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Apuesto a que la extrañaron 😂😂 admito que yo también extrañaba a mi Amanda ❤️❤️❤️❤️

No se olviden de votar y comentar 😂😂 ¿Qué consejos le darían a Ryan para que Amy acepte?

DOMINÍO 2:  Sr y Sra DasthonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora