CAPÍTULO 2

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Amy

— ¿Lista?— pregunta Kate al entrar en la habitación— ¿Porqué te estás abrochando el vestido?

Una risa traviesa se escapa de mis labios

— Culpa a Ryan

—¿Ryan? No me digas que entró y te vió vestida de novia— asiento sonriente

— no sólo me vió, también me desnudó y me… olvídalo mejor ayúdame— me doy la vuelta para que me ayude con el cierre

¿Cómo le explicaba que Dasthon vino a meterme una bala estimuladora en la vagina para asegurarse de que no conteste  "No"  en plena iglesia?

Nop, definitivamente no podía decirle eso. Y definitivamente tampoco podía decirle que no a Dasthon en el altar.

Insisto, me sigue obligando.

— Amy, es de mala suerte que el novio vea a la novia con el vestido antes de la ceremonia— me reprende— y mucho mas que tengan sexo minutos antes de dar el sí.

Sonrió. Kate está más emocionada con la boda que yo.

Estoy feliz, y confieso que muy nerviosa. Jamás me imaginé verme algún día vestida de novia, aunque prácticamente Dasthon me obligó a aceptar, pero francamente no me arrepiento.

— Jessica estaría orgullosa de ti. No sólo te cogiste al profe, si no que ahora serás su esposa— sonrió tristemente al recordar a mi amiga.

En la secundaria éramos Jess y yo quienes planificabamos y soñábamos con la boda de Kate y Matt, pero la vida cambia y el futuro siempre nos espera con muchas vueltas, cosas inesperadas que no tomamos en cuenta.

Por ejemplo, Kate; ahora está de 6 meses de embarazo de otro chico que no es Matt. Hace año y medio su relación de terminó porque Kate había conocido a un chico alemán y se enamoró de él.

No puedo juzgarla,  mi hermano también falló en su momento, además las relaciones a distancia no siempre duran y pues el amor no es para siempre.

Ése era uno de mis temores antes de aceptar casarme con Ryan.

Luego está Jessica, nuestra alocada Jessica siempre bromeaba con ser la madrina de nuestra boda y emborracharse en ella, hace un año recibimos la noticia de que murió a causa de unos hombres que querían secuestrarla. Lo más doloroso es que Jessica estaba embarazada cuando eso sucedió.

Y así es como las cosas cambian, hace unos años soñábamos las tres con la boda de Kate, y ahora sólo somos Kate y yo, y pues la que se casa hoy, soy yo.

— No hablemos de cosas tristes. Hoy es un día para celebrar, sonreír y ser feliz ¿Vale?— termina de arreglar mi vestido mientras habla— mi madre subirá en un momento para ajustar los detalles, Fabio está afuera esperando para arreglar tu cabello, yo mientras bajaré a checar que todo esté en orden.

Asiento y Kate se marcha. Me acerco hasta el gran balcón y observo todo el movimiento desde acá.

The Beverly Hills Hotel, uno de los hoteles más lujosos de California. ¿Quién iba a imaginar que yo celebraría mi boda en éste lugar?

DOMINÍO 2:  Sr y Sra DasthonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora