Creo que te amo(German Garmendia)

Capítulo 1

-El pasado no tiene poder sobre el momento presente-Eckhart Tolle.

Sara:

Estaba en mi cama viendo un vídeo de mi ídolo favorito, me acuerdo que desde hoy un año se cumple el aniversario del primer vídeo que vi de German. El es especial algún día espero conocerlo, hace un tiempo me vine a Chile, soy de Buenos Aires. Y me vine por razones de estudio, algo muy común en la gente, además que la situación de mi país no es muy buena en estos momentos, siempre he sido una chica sencilla, y anormal porque no me gustaba jugar mucho con las muñecas, preferia jugar con los niños de mi calle. YouTube para mi es algo mágico, cada vez que veo un video, la estúpida sonrisa en mi rostro no es normal. A pesar de eso las posiblidades de conocer a German son de una en un millón, el tema amistoso tengo 2 amigas, super amistosas y chistosas, hablando del rey de Roma, tenía 2 mensajes de Karen:

Hey nena, ¿ vas a venir? Te estamos esperando con unas palomitas y tu pelicula favorita >:D

¿Vas a venir? :(

Y yo le respondí:

Claro eso no lo dudes ;-)

Hubo un tiempo no muy bonito para mí, yo lo llamaría mi momento oscuro. Porque llegué aquí y no tenía amigos, en mis antiguas escuelas me molestaban y me decían sobrenombres horribles.

Recuerdo:

La verdad es que hoy no me apetece ir a la escuela, las personas me tratan muy mal y me dicen cosas feas, no tengo amigos y me siento sola en la cafetería, pero mi mamá no está muy convencida sobre eso:

- Anímate Sara, vas a ver que hoy no te va a ir mal- dijo ella abrazándome.

- Es que vos no lo entedes, no tengo amigos y me tratan muy mal.

- Calmate, si queres mañana podemos ir a la escuela a hablar con el director- dijo sonriendo.

- No, estoy bien- dije seca.

Al llegar, me tocaba ir a la primera clase, iba normal bajando las escaleras, pero me tropecé y caí sentada, nadie me ayudó a pararme, todos se burlaron de mi. Me fui corriendo al baño, y rompí a llorar un rato, luego me lavé la cara, hasta que no se notara que hubiera llorado. Y me fui a mi clase normal, llegaba tarde pero, tenía mis razones, escuché susurros del grupo de las suricatas( es decir las marmotas chupa sangre populares)

- Miren quién viene ahí, es Sara la torpe- todo el salón estalló en carcajadas, con el comentario de las suricatas.

Ese día juré que nadie me iba a hacer daño, porque se las iba a ver conmigo.

Fin del recuerdo.

Me metí a bañar y la lluvia artificial se mezcló con las lagrimas que caían de mis ojos, por el mal recuerdo. Al salir me puse una camisa blanca, con unos shorts negros y unas zapatillas negras, me peiné y me dejé suelto mi pelo castaño. Tenía que irme, agarré mi teléfono y me fui. El día estaba nublado, me maldije a mi misma por no traer un sueter. Al ver pasar una niña con sus dos padres, me recordó a mi, los felices que éramos, no pude conterme y lloré otra vez, me senté en el bamco del parque, no había nadie así que no me importó. Recordar es malo, siempre salgo llorando, mis padres eran mis únicos amigos, y ahora ellos están lejos, en otro país. Sentí como alguien se sento a mi lado, pero no voltee, y me preguntó:

- ¿Estás bien?- dijo esa voz que transmitía calma.

- Si, porque no debería estarlo- dije seca y sin mirarlo.

Un silencio se apoderó de la atmósfera, no quería voltear, porque tal vez esa persona tiene una arma o un cuchillo para matatme, y me da igual ya que más voy a perder.

No tengo nada, nadie, no se que más voy a perder, nunca he sentido el amor de nadie, y no creo esperar sentirlo, mi vida es así y así se quedará. Hasta que la vida me de la oportunidad de ser amada, pero por ahora no puedo hacer nada.