Capítulo 9: Un día con un demonio

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Sona se había enfadado con Kalos por haberse saltado la organización de harem, lo que provocó que tuviese que darle varios masajes para relajarla.
Kalos se lo había pasado bien últimamente hablando con Mihae y le había pedido por favor a Sona que no la tomase con ella, asumiendo él toda la culpa.

A su vez se había decidido que cada noche, Kalos iba a dormir con una de sus chicas, siendo estas por el momento Sona, Akeno, cuando venía de visita, Yubelluna y ahora Mihae.
Kalos extrañaba verdaderamente a Seekvaira y estaba deseando tener algo de tiempo libre, por pequeño que fuese para ir a visitarla.

No hizo falta esperar mucho, porque su esposa, con una tripa ya prominente, apareció de sorpresa en la Mansión Kalos Gremory.

-¡SEEK!-gritó emocionado Kalos lanzándose a abrazarla.

Seekvaira lo esquivó con increíble velocidad.

-Con cuidado, hombretón... Tengo a un crío en mis entrañas.

Kalos que, debido a la esquivada, había caído estrepitosamente en el suelo, se levantó lentamente y se acercó a su mujer. Ella quiso recibirlo con un beso, pero ahora fue Kalos quien lo esquivó y se agachó, para acariciar con delicadeza la tripa de su amada.

-¿Sabemos ya su sexo?-preguntó con curiosidad mientras apoyaba el oído.

-Es chica.

-Debería llamarse Lisandre, como tu madre-propuso el joven Gremory-La llamaremos Lisa para abreviar.

Los ojos de Seekvaira se cubrieron de lágrimas y abrazó a su esposo emocionada.
Entonces se escucharon unos pasos, seguidos de unas risitas y, al girarse, vieron como Kira y Meru se dirigían a ellos, pero claramente no se esperaban el regreso de Seekvaira, ya que rompieron a llorar y corrieron a abrazarla.

-¡HAS VUELTO!

Seekvaira, también algo emocionada, las abrazó.

-¿Te vas a quedar ya para siempre?-preguntó emocionada Meru-¿No te vas a ir más?

-Solo me iré cuando vaya a nacer el bebé. Eso nos da unos meses para ponernos al día... Kalos me dijo en sus cartas que estáis consiguiendo muchos contratos... Me lo vais a tener que contar todo.

Las dos asintieron a toda prisa y, tomándola de la mano, y comenzaron a tirar de ella.

-Seek, me tengo que ir a clase... Que las peques se tomen el día libre hoy y se queden contigo. Tengo que discutir algunos asuntos con mi hermana y Sona.

-Tranquilo... Yo me hago cargo. Decidme, chicas, ¿habéis desayunado?

Seekvaira se marchó con las dos pequeñas y Kalos se quedó en la entrada, esperando a Gabrielle para ir juntos a clase.
Mihae, Ravel y Yuuma ya estaban a la salida, conversando animadamente, las tres se llevaban muy bien, hasta el punto de que Kalos se había planteado en más de una ocasión ofrecerle unirse a su sequito, pero su instinto le pedía que esperase.

Finalmente llegó Gabrielle y, al verla, casi le da un vuelco al corazón.
Le quedaba increíblemente bien el uniforme de la Academia Kuo y Kalos sabía que eso iba a significar que iba a recibir muchos halagos e insinuaciones por parte de todos los chicos de la academia y sobretodo, del trío pervertido.

-Chicas... Cuidad de Gabrielle en clase. Yo me encargo de mantener en su sitio a Issei... Por cierto, hoy llegará la enviada del Grigori. Esperemos que sea agradable.

-Seguro que Azazel no se arriesgaría a otra guerra-comentó Gabrielle para tranquilizarlo-Será alguien agradable en quien confíe.

Kalos sonrió dulcemente a la serafín y, junto a Mihae, Ravel y Yuuma, comenzaron a caminar dirección Academia Kuoh.
Ravel, Mihae y Yuuma conversaban animadamente entre ellas mientras que Gabrielle y Kalos, detrás hablaban juntos.

High School DxD: Principe de la DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora