Charles estaba terminando de calificar los exámenes de sus alumnos cuando su celular se encendió indicando la llegada de un nuevo mensaje.
"¿Almorzamos juntos?"
Charles tecleó una respuesta y dejó su móvil a un lado para proseguir con su labor.
Una hora después, él y Hank se encontraron en la cafetería. Hace un mes que el psicólogo entró a trabajar a la universidad y ambos hombres eran ya grandes amigos. Sus conversaciones eran interesantes y ambos descubrieron que tenían demasiadas cosas en común. Era fascinante como Hank lograba entender cada uno de los términos científicos que Charles acostumbraba a utilizar en su vida diaria.
_ Entonces... ¿Qué opinas?
_ Hank, no sé si sea buena idea.
_ Vamos Charles, hace tiempo que no haces nada por ti, sé que esto es difícil pero vamos a intentarlo. Me conoces hace poco, estoy de acuerdo, pero créeme que soy una persona confiable.
_ Confío en ti Hank, pero tengo hijos y no quiero que ellos salgan perjudicados.
_ Tus hijos también son mi prioridad. En este tiempo que hemos estado conviviendo nos llevamos bien, incluso David que parece el más renuente, ha aceptado mi presencia en su hogar.
_ ¿Y si no funciona?
_ Funcionará.
_ Está bien Hank, vamos a intentarlo _ Charles le dio un sorbo a su té y pareció recordar algo _ Por cierto, este viernes salgo de viaje con mis hijos, es el cumpleaños de los mellizos y vamos a hacer un viaje en familia. Sólo será el fin de semana, para el domingo en la noche ya estamos de vuelta.
_ Espero que se diviertan. ¿Entonces nos vemos el lunes para ver el asunto del salón y de los trajes?
_ Si, sigo pensando que esto es demasiado apresurado, pero esperemos que todo salga bien.
Wanda, Pietro y David ahora pasaban los fines de semana en el departamento de Erik. El hombre había adecuado una habitación para sus tres hijos; David, aunque aún no conocía la verdad sobre Erik, los acompañaba pues desarrolló una estima hacia el cobrizo.
Justo en este momento, los mellizos estaban poniendo su mejor cara de cachorrito frente a su padre, David sólo coloreaba al lado de la mesa donde Erik estaba revisando algunos dibujos de sus pequeños alumnos.
_ Por fis papi, ven con nosotros.
_ Si profesor, sería nuestro primer cumpleaños en familia.
_ No creo que sea correcto. Charles también irá y saben que mi presencia le resulta incómoda.
_ Bueno _ Wanda fingió una cara de tristeza _ entonces le pediremos a Hank que nos acompañe.
Pietro comprendió la idea loca que tenía su hermana, y decidió seguirla, a fin de cuentas, ellos habían prometido hacer cualquier cosa para que sus padres estuvieran juntos.
_ Si creo que es mejor. Además el viejo se divierte mucho con él, así no nos está controlando durante el viaje.
Erik alzó una ceja, claramente ese par de mocosos buscaban ponerlo celoso, pero él había sido testigo de lo bien que Charles se la pasa con el tipo ese, era mejor no darle oportunidad.
_ Está bien, iré con ustedes. Pero sólo porque quiero pasar tiempo con David. Le llamaré a Charles...
_ No _ se apresuró a contestar Wanda _ nosotros se lo diremos.
_ ¿Están seguros que le dirán?
_ Por favor papito, claro que si.
Charles llegó a su cafetería ya entrada la tarde, hacía más de tres meses que no se paseaba por ahí por falta de tiempo, pero ahora que sus hijos se quedaban algunas noches con Erik, no le veía el caso de llegar a casa temprano, además extrañaba a sus hijos.
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Secretos del alma ❤
Ficción GeneralCharles Xavier lleva una vida tranquila al lado de sus mellizos: el pequeño Pietro y la adorable Wanda. Es un hombre viudo, sus pequeños cursan el preescolar y la llegada de cierto hombre de mirada profunda pone su vida de cabeza. Erik, el nuevo pr...