Los aullidos de los lobos abundaban en su sueño, era una manada que aullaba a esa voz que llevaba tiempo atormentándole, ella estaba molesta, furiosa reclamándole que su vida seria más fácil si tan solo obedeciera al pie de la letra lo que pedía, intentaba calmarse cuando la ventisca aumentaba, entonces decía "te quiero" y los lobos corrían, escuchaba sus enormes patas esquivando los arbustos, corrían desesperadamente porque, por alguna razón, aquella declaración no se escuchaba sincera.
Al levantarse se alisto tal y como lo hacía para entrenar, su hermana y Erick ya le esperaban ansiosos fuera del refugio. A pesar de todo, no menciono el amuleto que este le había regalado Mingh, pensó que causaría mal entendidos con los ideales del hombre, y lo último que necesitaba ahora, era desconfiar; lo ocultaba debajo de su blusa, aunque colgaba de su cuello. Y así, sin conversar, siguieron a Emily que caminaba sin dudar sobre los senderos que tomaba, Erick conocía bien esta parte del bosque, interpuso su mano frente a la mujer mayor, en cuanto diviso que, desde este punto, podían ver las torres del castillo, ella se detuvo y la rubia giro al percatarse de que ya ninguno caminaba. Lo sabía, entendía lo que querían decir, sin embargo, no dudo en seguir caminando, confiaba en el hechicero y debía demostrar que era lo correcto, pocos metros después, volvió a escuchar pasos detrás de ella.
Al cabo de un rato, visualizaron a un hombre frente a ellos de túnica azul mirando los árboles, lo vieron de espaldas y de nuevo se detuvieron, Erick se preparó con las manos en sus cuchillas del cinturon atento a cualquier movimiento del ser. la rubia lo saludo y el se giró, dejando apreciar su rostro, era un glyfaliano muy viejo, que solo sonrió y pidió que lo siguieran. El hombre de barba camino aun con las manos en su cinturon, mientras Verónica caminaba enfrente con su hermana al lado. El viejo de túnica se detuvo y se agacho observando las raíces de un árbol, fue extraño y sospechoso para Erick.
—Tal vez quieras tomar mi mano.
—La última vez que te tome la mano, me trajiste a otro mundo —respondió, "pero te salvo la vida", pensó, entonces accedió.
La pelea de gritos comenzó en cuanto el suelo se abrió debajo de sus pies, su mano le dolía de lo fuerte que la sujetaba su hermana aterrorizada, "¿así de asustada se veía hace meses? Que pena" pensó mientras el maestro le decía lo mismo con la mirada, ambos se rieron mientras el hombre y Verónica intentaban sujetarse del aire. Al terminar con su sufrimiento, ambos estaban exhaustos y pálidos, tocando con ambas manos su cuerpo entero revisando que siguieran intactos, era imposible, pero lo fue. Les dieron unos minutos para respirar y analizar el lugar que sus ojos veían con asombro, a partir de esa vista, el hombre se arrepintió de haberla llamado mentirosa.
—Tranquilos, esa caída no puede hacerles daño, no aquí. —indico Mingh a los extraños que aún estaban en el suelo. —Tu eres el que escapo ¿no es así? Erick. —dijo mientras lo veía ponerse de pie y sacudir su ropa.
—soy yo, pero no recuerdo que usted estuviera ahí.
—esperaba encontrarte, e indicarte lo que ahora les mostrare a ustedes. Carolina ignora tus robos en el reino, así que tu paradero siempre estuvo a salvo, me alegra que te hayas salvado. En cuanto Emily me dijo que un hombre igual a ellas les había salvado, supe que eras tu. Eres tú, lo que necesitan.
—¿Como saldremos de aquí? Usted lo sabe ¿no? —interrumpió Verónica al ponerse del pie.
—Si, pero no es sencillo. Carolina no puede dejar que salgan, ha ocultado el libro por ello, siempre lo hace, aquel objeto los llevara de vuelta. Recuperar el libro, también salvara a mi pueblo. Ella ha manipulado dos lugares de Glyfalia, nadie desde hace años se ha atrevido a entrar de lo peligroso que los volvió, su magia se está debilitando, pero, eso no significa que no sepa usarla en ese estado. Espero por lo más sagrado, que mi magia les ayude. —sonaba claro y especifico a su modo, no titubeaba ni mucho menos le temblaban las manos. El verlo tan arrugado, no terminaba de convencerlos de que él, fuera capaz de ayudarles, quizá solo les estaba enviando porque no le quedaba más tiempo.
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Glyfalia. "El Libro Perdido"
FantasiaLos libros pueden transportarte a lugares inimaginables, otro mundo muy distinto al que se conoce se hizo realidad, tras un accidente que debió terminar fatal ¿Cómo sobrevives con solo leer la página de un libro? Descubriendo el poder en manos equiv...