ÚNICA PARTE

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Todo el lugar está inundado de melancolía, las mujeres en un estado lamentable, diferentes medios de televisión se aglomeran en las puertas para dar reportes sobre el último adiós a un maestro de las mentes más brillantes. Pero ¿Cómo es que nadie notaba que los jóvenes se mantenían en silencio con la cabeza gacha?, en sus rostros no se podía percibir nada, ni tristeza, ni odio, no lloraban ni reían, como si no tuvieran alma alguna en ese momento.

- Ya es momento - se escuchó a lo lejos, pronto las cámaras y miradas se dirigieron a una aquel que hasta ese punto estaba oculta entre la multitud de mujeres lloronas. Él todavía era joven, con todos los sentimientos de ese lugar, se percibió algún rastro de miseria en sus ojos, pero era tan poco que casi eran ignorados, aún cuando eso era lo que lo diferenciaba del resto de jóvenes. Desde empresarios a millonarios revolucionarios, tantas personas que alguna vez fueron alumnos del sujeto dentro del ataúd, compartían una mirada perdida, mirando el suelo, podrías decir que conocían cada detalle del mismo, ¿Quién desearía quejarse?, ¿Acaso era importante ahora?

El muchacho dio el primer paso, su caminar sería lento, y su mirada se volvía más perdida y fría, bueno ¿Cómo podría dar la cara al maestro que lo convirtió en lo que era?, La muerte fue tan trágica y repentina, el corazón se le apretujaba a las personas al pensar en la manera en la que murió.

- mamá, estaré bien.
Las palabras salían con seguridad, solo un muchacho sonriente, lleno de la luz del día, o al menos eso fue en aquel momento, antes de todo, ya sabes, la vida trae muchas desgracias, nadie era la excepción.
- Bueno, te creo, pero al menos déjame llevarte hasta adentro. - al igual que el muchacho, ella estaba muy emocionada, su pequeño había conseguido grandes logros, sabía que está oportunidad era única, y deseaba su hijo la valorara.
- Sabes que está prohibido, te llamaré siempre, nos vemos en un año.
- Si, nos vemos en un año. - aún que se sentía un poco triste, soltó la mano de su amado hijo, todos crecían, él no era diferente, con este pensamiento la madre se marchó.

Si querías gritar a alguien por tu mala suerte ¿Serías capaz de culpar a tu madre? ¿Puede considerarse malo la ignorancia? Entonces todos los padres estaban mal cuando hablaban de sus hijos, al segundo paso, sus ojos parpadearon, y cayó una sola lágrima.

- Por hoy déjame guiarte.
- Por supuesto, profesor. - una sensación tan rara le atacó al decir eso, felicidad, una tan pura. Pero cuan feliz estaba en ese momento.
A medida que los minutos pasaban aprendía algo nuevo sobre esa casa, incluso los servicios higiénicos eran tan lujosos, tenían alguna tecnología, de cualquier tipo; parecía como un sueño del que nadie querría despertar, si, era así, estaba desbordando de felicidad.
Pero no solo era la magnífica casa, también el comportamiento del profesor, tan amable y tranquilo, inspiraba confianza, era muy probable que las cosas serían tan gentiles en ese lugar.

Con un tercer sonido producido al caminar, alguien tan callado y tímido para exhibirlo, notó un deje de confusión y miedo que se mantuvo por algunos milisegundos antes de esfumarse.

Al entrar a la habitación ya estaba cansado de recorrer la casa, era seguro que si pudiese se lanzaría a dormir, pero el profesor cerró la puerta tras ellos, tal vez aquí también había algún mecanismo, ya había visto muchos durante el día, ya no le sorprendería descubrir esto, al acercarse dijo sorprendentemente con lujuria "quítate la ropa". Simplemente se sorprendió, al detallar el rostro del sujeto solo se veía seriedad, no lograrías encontrar al amable ángelde hace momentos.
"¿No vas a hacerlo tú?, Bien".
No dijo más cuando trató de jalar su chaqueta, el joven empezó a darse cuenta de la situación, y golpeó la mano del hombre parado frente a él, tomó todo lo que encontró a su alrededor y huyó como pudo, o al menos eso intentó, la casa era muy grande, no sabía hacia donde debía ir, su celular se había quedado junto a su maleta, estaba desesperado, entraba a cualquier habitación, esperando encontrar la salida en alguna muestra de "suerte".

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