Hace mucho tiempo, el diablo convenció a Dios para que una vez cada mil años le enviara uno de sus ángeles. Prometió que si una de esas divinas criaturas descendía al infierno; el dejaría libre las almas de mil hombres. Una por año.
Dios aceptó ciegamente, pero no quiso ser quien decidiera que ángel descendería y sufriría aquel tormento así que reunió a todo sus querubines y les preguntó si alguno de ellos tenía el valor para tomar el lugar de un cordero de sacrificio...
Naturalmente nadie quería, entonces pensaron que lo mejor sería dejarlo a la suerte. Cada uno sacó una pluma de sus alas y decidieron que aquel que tuviera la pluma más pequeña, sería el desafortunado. La suerte escogió a un pequeño ángel de ojos Whisky para ser el cordero del diablo.
El infierno lo abrazó con su maldita oscuridad. Los guardianes del infierno le cortaron las alas y lo cubrieron en lamentos. El desdichado ángel lloró mares de diamantes y pensó que moriría antes de que se cumplieran los mil años.
Entonces fue que el diablo lo reclamó... hechizado por las pequeñas chispas de luz
que su querubín dejaba a su paso, resplandeciendo cada lugar en el que se encontraba.Pero el diablo no tenía ni puta idea de cómo tratar a un ángel, así que lo lastimó. Demasiado.
Se desesperaba al no poder tocarlo, porque sus manos estaban hechas para arrebatar almas y sus garras para lastimar a quien tocase. Pensó en deshacerse del pequeño ángel antes de enloquecer al no poder tenerlo.
Entonces... Algo que los celestiales llamarían un milagro, ocurrió.
Su pequeño ángel quiso ser tocado, aun cuando sabía que sería lastimado.
El infierno se congeló en ese momento. Cuando el diablo enterró sus garras en la tersa piel de su ángel por vez primera y se sepultó así mismo en el acto. Porque sin darse cuenta, mientras él tocaba a su brillante deidad, esta lo tocaba a él... Y nadie jamás había tocado al diablo.
Un día... El diablo despertó y... Estaba enamorado. Pero no era el amor que se le enseñó en el paraíso, era algo completamente distinto.
Era algo que había sido creado solo para él y su ángel. Era algo... era de ellos. Nadie más podría sentirlo.
Nadie más podría vivirlo...
Ni ellos porque ese día, cuando despertó y finalmente supo lo
que sentía..Habían pasado mil años y el ángel debía volver.
En muchos intentos las muñecas del ángel quedarían marcadas para siempre con los estigmas de su intento por descender al infierno y ver a su amado una vez más.
Sin embargo eso no fue necesario, pues el diablo encontró la manera de estar al lado de su ángel, abandonando su reino solo para sentirse merecedor de aquel celestial.
Fueron almas que dejaron en el pasado al ángel que había olvidado como volar al enamorarse del emperador del infierno.
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Prisionero (adaptación)
RandomCuando Stiles Stilinski escuchó la sentencia del jurado, el mundo se desmoronó ante sus fanales vidriosos e índigos. Condenado a cinco años de prisión por una negligencia médica que no cometió, fue trasladado hasta una prisión de máxima seguridad. ...