Capítulo 9: Decisiones

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  Vlad no podía creer lo que veían sus ojos, era demasiado para él. Esta vez no podría ayudar a su tejón. Ahora solo podía esperar a que los médicos hicieran su trabajo y él saliera ileso de esa habitación. El mayor comenzó a caminar de un lado a otro intranquilo, todo había pasado demasiado rapido. No podía dejar de culparse por haber sido tan descuidado y no haberlo visto venir antes. Él nunca hubiera cometido un error tan estúpido como no ver las pequeñas señales. Pronto los padres de Danny, su hermana y sus amigos llegaron al hospital y preguntaron sobre el estado del menor, a lo que el mayor respondió que ahora mismo estaba con los doctores y que cuando terminaran se lo harían saber. El platinado no podía estar más nervioso por el condición de su novio, a lo que los Fenton le decían que todo saldría bien, que no se preocupara. 

 Pasaron veinte minutos cuando los médicos salieron y le dijeron que podían entrar de a uno, a lo que Vlad corrió dentro de la habitación y sonrió al ver a su tejón con una gran sonrisa en su rostro, cargando en sus manos a un pequeño bebé envuelto en una tela de color azul. Vlad sonrió y se paró a un lado de la cama y le besó su coronilla, para luego acariciar la mejilla rosada del pequeño niño con suma delicadeza con sus dedos. 

_ ¿Sabes?, se nota que es un Masters puro. _ comentó divertido el ojiazul a la vez que veía como los azulados ojos de su novio se perdían en los del pequeño niño. <<¿Por qué lo dices?>> _ Desde que estuvo en mi vientre siempre hizo lo que se le dio la gana. _ dijo con una pequeña risa que hizo que Vlad acercara una silla y se sentara al lado del pelinegro y lo mirara con adoración. _ Pizza a las cinco am, helado a las doce de la noche,  _ dijo contando con los dedos de la mano que tenía sobre el bebé. _ caramelo a las cuatro pm y verduras a las ocho de la noche. Sin mencionar que debería haber nacido luego de una semana, pero dijo <<No. Naceré ahora>> y aquí está. _ dijo admirando a su pequeño bebé, a lo que Vlad suspiró. 

_ Lo siento, Daniel. Debí haberte escuchado cuando dijiste que estabas por dar a luz. 

_ No te preocupes, Vlad. Supongo el que tener como quinces falsas alarmas a mitad de la noche, hacen dudar a cualquiera. _ dijo soltando una risita.  <<Estaba muy asustado. -confesó tomando la mano libre del chico con la suya- Y yo nunca tengo miedo>>, dijo mirando a los ojos de Danny quien le regaló una dulce sonrisa. _ Felicidades, eres un ser humano de nuevo. _ bromeó haciendo que el otro negara divertido. _ Yo también estaba aterrado. La paternidad y todo eso, también es nuevo para mí. ¿Pero sabes lo que me da valor cada vez que pienso que no voy a poder hacerlo? _ Vlad guardó silencio y esperó su respuesta. _ Él saber que no importa que pase, siempre estarás a mi lado. No para protegerme siempre y sacarme de cada uno de los problemas que tenga. No siempre podrás evitar que me lastime o me lastimen, pero... confió en que estarás ahí para mí cuando te necesite, y juntos, nos enfrentaremos a lo que sea. ¿No piensas igual? _ dijo finalmente ganando la mirada sorprendida del platinado, que luego le dio una sonrisa. 

_ Sí, tejón. Lo que sea, lo haremos juntos. _ dijo dándole un pequeño beso en los labios antes de cargar a su hijo en brazos, bajo la dulce mirada del menor. La emoción que ambos padres sentían al sostener a ese pequeño bebé era indescriptible. Su corazón quería salirles del pecho y un sentimiento de euforia los llenaba por completo. Ahora ambos, tenía una nueva razón para vivir. Y otro motivo para amarse.

  Después de unos minutos más, Vlad permitió que la familia del chico entrara y conociera al nuevo integrante de la familia. Vicente, por sugerencia de Daniel. Todos conocieron al pequeño Masters Fenton; sus abuelos, su tía Jazz y tía Tatiana, Tucker y Sam, que seguramente, también Vicente los llamaría tio. El alcalde hablaba con el médico sobre la salud de su novio cuando recibió una llamada que decía que debía ir urgentemente a la alcaldía. El platinado pensó en negarse, pero cuando le dijeron lo que había pasado con la cárcel 41 del centro, aceptó. El médico le dijo que no había habido contratiempos y que Danny podía ir a casa mañana por la mañana si lo deseara. El mayor agradeció y entró en la habitación sonriendo al ver como Jack estaba jugando con su hijo al avioncito, y Maddie, Jazz, Sam y Tucker, trataban de que no lo dejara caer. Se acercó a Danny quien también sonreía y besó la coronilla de este. 

Defectuoso (Vlad x Danny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora