[2019]
Rey miro la ciudad desde arriba, veía los autos pasar y el ajetreo de la ciudad, había pasado mucho tiempo aquí, en esta ciudad luminosa y ruidosa y aún así en el fondo se sentía incompleta.
Algo pico sus manos, unas ganas de tomar el teléfono y marcar ese número. Lo tomó e intento hacerlo, pero ¿que diría? , cual sería su excusa esta vez. Negó dejando el teléfono en su lugar, meditó la situación, el solo tenía que firmar los documentos y ésto acabaría. Tenía que acabar, ¿verdad?. Su secretaria llamó a la puerta y entró. Le recordó que tenía una cita de negocios, algo que entretenerse, algo en que enfocarse que no fuera Clyde..
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Este era uno de esos restaurantes elegantes, usualmente ella era de gustos más cómodos. Y aunque tuviera un trabajo más redituable, no podía negar que seguía siendo la misma chica del campo y gustos rurales como la tranquilidad de un café.
Camino hasta su mesa, y su mirada se desvío hacia un elegante hombre de traje cerca de la mesa, tenía una sonrisa muy bonita.
—Mucho gusto, —saludo.—debe ser la señorita Rey Jones. —dijo alegre. Su cabello risado combinaba muy bien con su piel aceitunada.
Rey de inmediato se sintió cómoda con el, su actitud positiva era radiante, asintió con confianza.
—Así es, y usted debe ser...
—Poe Dameron. —Término la frase. —Finn me dijo que era bonita, pero realmente se quedó corto. —el ayudó a que se sentará.
Ella intento decir algo, pero Poe ya estaba delante de ella, mirándola con esa sonrisa. E hizo una nota mental para Finn "tramposo" Storm. Le había puesto algo más que una cita de trabajo, maldito. Y sonrió internamente.
—Bueno, no me lo dicen seguido, así que gracias. —Aún tenía la confianza, éste hombre no podría con ella también fácilmente.
El arqueo una ceja. —No quiero incomodarla, Rey. —dijo esto último suave. —¿puedo llamarla Rey?.
— No se preocupe, estamos aquí por negocios. Y si, puede llamarme Rey... Poe. —saco su tablet y su libro. —Como verá tenemos mucho trabajo este mes, y bueno...
—Si a eso hiba. —la interrumpió. —quería que fueras personalmente a la mansión en los Hamptons, ya que como verás será una sorpresa para mi madre, y quiero que ella vea cada detalle. —parecía muy confiado de que ella iría.
—Eso suena bien, aunque no es lo ideal, yo no trabajo así. —trataba de que el entiendiera.
—Mi madre es admiradora de su columna en Vogue. —volvió a interrumpirla, pero esta vez con un cumplido.
Rey se sonrojo ante eso, era bien sabido que su columna en Vogue era conocida, aunque fuera relativamente pequeña, pero de gran impacto según su editora.
—Bueno, gracias, otra vez. —dijo apenada. —Vogue es una gran oportunidad para mí. —divago. Soñando en aquellos días en los que leía la revista, y ahora años después estaba en la revista.
—Sería bueno que mi madre personalmente la ayude con algunas sugerencias. —aclaró la conversación.
Rey se burló. —No dijo que era una sorpresa para ella. —acusó.
—Rey, mireme, acaso creés que yo se algo sobre revestimientos de sofás ó como diferenciar el rosa palo del rosa pastel. —agregó con total seguridad su ignorancia.
—Bueno, si lo pone de ese modo. —Rey no tenía mucho tiempo, pero en su cabeza hacia movimientos de sus próximas citas del mes, para tener tiempo de ir a ver la casa de su madre personalmente.
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Dos Bodas Y Un Divorcio
RomansRey Jones lo tiene todo, un grandioso trabajo como decorado de interiores, teniendo su propia sección en Vogue, la famosa revista de alta moda, tiene un fabuloso departamento en la quinta Avenida y después de todo eso, un novio maravillosamente perf...