Al principio, Adhara creyó que los materiales esparcidos en el patio confundían a Lían tanto como a ella, pero este se tomó mucho menos tiempo en asimilar la información y ponerse en marcha.
Hasta ese momento, realmente no se había planteado porqué se refería a la pared como "nuestro proyecto", después de todo, quedaba en evidencia que ella no era de ayuda para absolutamente nadie.
— ¿Por qué estamos cavando?— cuestionó la mujer, luego de usar la segunda pala para golpear torpemente el suelo, fallando en sacar la tierra de su lugar.
— No puedes solo poner ladrillos sobre la tierra y esperar a que se queden en su lugar— la respuesta vino con total calma, como si el chico no hubiese estado haciendo el suficiente trabajo como para cubrir la falta de esfuerzo de su acompañante.— Es para los cimientos.
— ¿Estás seguro de querer hacer esto?— observando la pila de ladrillos, finalmente se dio cuenta de que tendría que cargarlos u observar a Lían hacerlo todo por su propia cuenta.— Puedo conseguir a otros pieles claras para que lo hagan.
— No es tan complicado— se volteó a verla con una sonrisa.— El amigo de Blake hizo bastante mientras estuvo aquí...
— ¡No hay nada hecho!— bufó mientras señalaba hacia todas direcciones.— Y estoy más que segura de que nunca has tenido que hacer todo este trabajo tu solo.
— Pero no me estás poniendo un tiempo límite— explicó mientras soltaba un suspiro al entender que debía dejar de trabajar por un segundo para calmarla.— Patrick nos haría hacer esto en una mañana, pero literalmente puedo dejar esto como está y continuar mañana.
— ¡Hagamos eso!— sugirió Adhara, tomando el descanso de Lían como una oportunidad para dejar caer la pala y aferrarse al brazo del chico.
— ¡Hay que empezar al menos!— tras soltarse de su agarre, el chico regresó a trabajar como si no hubiesen tenido ninguna conversación.— Luego tomaremos un descanso y comeremos tarta de manzana— aseguró mientras rodaba los ojos, lo que casi hizo que Adhara sonriera al tiempo que volvía a recoger su pala, hasta que Lían se apresuró a detenerla.— No hace falta...
Y con eso dejó más que en claro que su presencia allí era completamente inútil, obligándole a quedarse sentada sobre la pila de ladrillos mientras le observaba hacer todo el trabajo, por lo que pareció una hora entera.
— ¿No estás ni un poco cansado?
— Ni siquiera voy por la mitad— el chico parecía demasiado ocupado moviendo el alambre de su lugar como para voltear a mirarle.
— ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?— Adhara consideró cómico el pequeño pánico que apareció en su rostro al verle estudiar todos los objetos tirados por el suelo, para finalmente concluir en que, de hecho, no había nada en lo que ella pudiese ser buena.— No voy a enojarme si me dices que no puedo hacer nada— suspiró al ponerse de pie, creyendo que caminar por el lugar la haría sentir ocupada.
— No quiero hacerte cargar ladrillos...
— ¿Crees que mi feminismo se vería afectado si te dejo haciendo el trabajo pesado y voy a cocinar?— logró que se riera un poco, pero ni siquiera eso le hizo distraerse de su trabajo.— Iré a hacer una estúpida tarta, pero para que conste, iré por mi cuenta a las huertas de manzanas y recogeré mi propia fruta.
— Puedo acompañarte y luego volver— sugirió, pero apenas notó lo mucho que su condecendencia disgustaba a su acompañante, terminó por solo encogerse de hombros mientras la veía alejarse.
Sin embargo, la mujer cayó en cuenta de lo estúpida de su idea cuando se encontraba a cuatro minutos de su caminata. Sabía la manera de llegar y sabía que el camino era largo, pero no se había imaginado lo silencioso que podría ser caminar entre los árboles sin compañía. Y lo único que podía hacer en la soledad era pensar. En Lían, principalmente.
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Pieles Claras
RomanceAdhara no se consideraba una mala persona, era la sociedad quien había planteado la idea de esclavitud muchos años antes de que ella naciera. A ella solo le quedaba cumplir con su rol.