Austin en multimedia.
Había pasado un mes exacto.
Siempre estábamos juntos Salvador, Austin y yo.
Era todo como lo imaginé. Tenerlos de amigos era lo mejor del mundo entero. Siempre salíamos juntos, íbamos a pasear, incluso se quedaban de vez en cuando en mi casa.
¡Oh, como los adoraba!
Pero también...Hace un mes no me hablaba con Simeón; hoy era la última terapia de Ferideh, la maldita se quejaba y yo quedaba como la villana obviamente me había ganado el odio de la mayoría de muertos que habitan este lugar, pero eso me importaba poco teniendo a Salvador y a Austin.
Hoy habría una gran fiesta, normalmente habían fiestas cada mes, el tema variaba, también se celebran los días en los que morimos, que extraña situación.
Austin y yo estábamos sentados esperando al inútil de Salvador, llevábamos mucho tiempo aquí así que me cansé de esperar, soy muy impaciente.
Salvador me envió un mensaje por su dingg (es un tipo de celular que se usa en este lugar) y me dijo que llegaría en diez minutos.
¡Pues llevamos treinta!
—Austin—Le hablé mientras me levantaba de mi lugar—Te llevo a la fiesta y voy por Salvador a su fraternidad.
Austin también se levantó.
—No es necesario.
Me confundí.
—¿Irás caminando?—Pregunté—Es lejos.
El negó.
—Iré en mi motocicleta.
Me reí abiertamente.
—¿Tu qué?—Pregunté con incredulidad.
Pero Austin no me respondió, simplemente pasó hasta su casa.
¿Qué rayos estaba haciendo?
Su casa quedaba literalmente al lado de la mía. Mi cuarto quedaba justo enfrente del suyo, tenía sus privilegios ser mejores amigos y vecinos.
Tarda demasiado.
Pero antes de rendirme e ir por él noto como saca una explosiva, fantástica y llamativa moto negro mate.
Oh, está opacando mi maldito auto.
—¿Qué tal?—Preguntó.
—No más linda que mi auto.—Austin hace un puchero.
—Quisiera esperar contigo a Salvador, pero Silvio me pidió ayuda con un tema de electricidad.
Me reí.
—Quieres tener amigos a toda costa.
Austin dejó de reír.
¿Qué?
—Él me pidió el favor, soy el chico de electricidad.—Se cruzó de brazos.
Oh, verdad.
—Está bien, allá nos vemos.—Le digo mientras guiño mi ojo en su dirección.
Austin sube a su moto y antes de ponerse el casco me miró por última vez.
—Hoy te ves...diferente—Fue lo único que dijo y luego arrancó a toda velocidad.
Gracias por notarlo.
Hoy había alisado mi cabello (Normalmente es crespo en las puntas) y había decidido usar un vestido color cobre con una apertura en un costado que lo hacia ver sexy.
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Después De La Muerte
Fantasy¿Te has preguntado que hay después de la muerte?, Celeste no quería pensar en ello, era una persona sola, sin familia, sin amigos, pero aún así la idea de morir no estaba presente, un accidente, un descuido, y ella estaba en "el otro lado", ¿Qué pas...