—Aww, Mira se llama Sunwoo es nuevo y muy lindo, dios mío me dan ganas de estrujarle las mejillas— Decía unas de las cuidadoras que estaba vigilando de lejos al pequeño Sunwoo. La pequeña criatura era tierna de pies a cabeza.Por otra parte, Sunwoo se encontraba sentado un poco alejado del resto, viendo a los niños jugar con los demás, pero el solo podía permanecer sentado en su lugar por que estaba castigado, apenas era su primer día y ya hasta un castigado había recibido. Una verdadera lástima y eso, sólo se debía a una sola cosa.
—Bebé Sunwoo, no puedes golpear a los niños, ellos también quieren jugar con el peluche de Pikachu que tu tienes.—Escuchó con claridad como era regañado por Sooyoung (una de las chicas que cuidaba de el). Por lo tanto Sunwoo mantenía el peluche en su pecho sin soltarlo para que nadie más se lo quitara.
—¡Pero es mio!.—Deseaba que su papá estuviera con el para que regañara a ese chiquillo llorón que le quería quitar el peluche de Pikachu que tanto le gustaba.
—No, Sunwoo, debes aprender a compartir las cosas con el resto de tus compañeros, ellos también quieren jugar con ello.—Explicó con mucha paciencia aquella chica. Ciertamente, no quería ocasionar que el pequeño llorara. Sunwoo asintió con miedo pero sin entregarle el peluche, estaba decidido a cuidar de Pikachu a como diera lugar, aunque implique tener que golpear a los niños malos que planeaban quitárselo.
Rendida, la chica optó por acercarse a aquel niño llorón dejándolo solo en su sitio. Y ahora si, Sunwoo sintió las inmensas ganas de llorar al estar solo en semejante lugar, que ni el conocía y le aterraba mucho. Acerco sus rodillas a su pecho, guardando el peluche entre estas. No soporto más cuando lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, sentía mucho miedo por que no tenia ni un solo amigo con quien jugar y divertirse. Cubrió su rostro entre sus manos.
Un niño se acerco a el cuando lo vio llorar.
—¿Por que lloras?—Le preguntó Eric. Ver a uno de sus compañeros sollozar en aquel sitio, le lastimaba. Nadie debe estar sólo.
Este alzo la mirada con lentitud. El chico le miraba con suma preocupación, aunque Sunwoo no quiso intercambiar palabras con el. Estaba molesto con todos y seguía triste. Lo único que ahora deseaba era que sus papás Changmin y Younghoon estuvieran cerca para abrazarlo y llenarlo de besos. Sunwoo sujetó con mucha fuerza el peluche de Pikachu, temía por que ese chico se lo llevara.
En cambio, el pequeño Eric se sentó aun lado de Sunwoo admirando con detenimiento al chico. Sentía mucha curiosidad por saber de el y la razón por el cual lloraba, pero este solo lo ignoraba y lo ponía muy triste.
—¿Quieres ser mi amigo?— Preguntó dulcemente, sin dejar de observar al chico. Sunwoo le miró. Sus ojos se mantenían rojos e hinchados por el reciente llanto.
—No.—Respondió de manera seca, volviendo a su acción anterior de ocultar su rostro entre sus manos.
Eric le devolvió la mirada pero con cierta tristeza, aunque rápidamente esa tristeza se fue al olvido, cuando recordó las palabras de sus padres.
—Cariño, recuerda siempre ser amable y paciente con los niños ya que a veces ellos no quieren que te acerques y sean tus amigos pero si le hablas bonito y lo proteges de seguro se vuelven amigos.—Suspiró como todo un enamorado, de esa manera Jacob conoció y se acercó a Kevin.
Pero vamos, Eric solo entendió que debía ser amable con todos si quería nuevos amigos.
—Por favor..—Insistió Eric, haciendo pucheros muy tiernos que le provocaban tanta ternura a las cuidadoras, pero a Sunwoo no le importaba en lo absoluto lo que decía o hacía, por que simplemente lo ignoraba, aquello lastimaba a Eric y a su pequeño corazoncito que sólo quería dar y recibir un poco de amor. Casi en un segundo, Sunwoo se levantó de su lugar yéndose al rincón desolado de la habitación, y siguió cubriéndose los ojos con sus manitas de bebé, observando por las pequeñas ranuritas de estas al niño que quería ser su amigo.