The night is crazy

Capítulo 1

Capítulo 1
La canción

Una chica de cabello negro y ojos azules como el mar, estaba sentada en una banca a mitad del parque. Tenía sus audífonos puestos. Escuchaba su canción favorita; "The night is crazy".
Tenía los ojos hinchados y rojos por tanto llorar.
Estaba tan tranquila y callada, que todos pasaban sin verla. Nadie le prestaba atención. Y se sentía bien, jamás le gustó la atención.
Siempre fue la menos atendida en su casa, pues al ser 7 hijos, la séptima era la menos importante.
Tenía tres hermanos y tres hermanas más grandes que ella.
Estaba César, el primogénito, era abogado.
Le seguía Clara la segunda más grande, era madre de un niño muy alegre y callado; lo que era de sorprender, pues Clara hablaba hasta por los codos, nombrado Jonathan, y su esposo, Pablo, un gran hombre, de buenos modales, muy romántico y paciente.
En el tercer lugar se encontraba Claudia, que estaba estudiando para ser enfermera.
Por el cuarto, estaba Camile, que era maestra de inglés.
En el quinto, estaba su hermana Clarisa, que trabajaba como niñera y mesera, y estudiaba para ser Chef.
En el sexto lugar estaba su hermano Carlos, que era estudiante de Ciencias Sociales.
Y hasta el último, como séptimo lugar, estaba ella, Cynthia; su padre quería que fuera artista profesional, pero ella quería ser experta en idiomas para así poder irse de viaje a diferentes países. Aparte, iba a dedicarse a ser escritora en sus ratos libres.

"Grabe error"...QUE SE JODA MI PADRE

Comenzó a cantar la canción, que por milésima vez se repetía en sus audífonos.

-The night is crazy-

-I woke up in the morning. I look at the ceiling and I only eemember how lost I am every day without your love~ -

-Oh~
Oh~
Ou~ -

-You're like a drug to me ... how anhinged I am, right?-
-But, you failed me and left me, so, I just tell you .....

YOU ARE A SON OF A BITCH~ -

-You break your promises without thinking.-

-Now you run like always, and you get in your car, to meet the bitch who only looks for you for money.-

La música se escuchó tan suave y tranquila que consiguió llamar la atención de una señora que iba pasando con su bebé en brazos.

-¿Señorita Jones?- Preguntó la señora con el bebé en brazos.
-Eh?- Contestó distraída la llamada.
-¿Qué hace aquí?- Preguntó la señora con preocupacion.
A la joven se le salieron unas pocas lágrimas, que comenzaron a resbalarse por sus mejillas. Y terminaron cayendo hasta el suelo.
-¿Porqué llora señorita?- Preguntó la señora, confundida.
-No se preocupe señora Pamela.
Estoy bien.- Contestó con educación la joven, mientras se secaba sus lágrimas con la manga de su suéter.
-¿No esta un poco lejos de casa?- Preguntó dudosa la mujer.
-Un poco tal vez, jejeje~ - Su voz se escuchó un poco apagada, pero sonrió y río.
-Y bueno...
¿Tiene en donde quedarse?- Preguntó con prisa.
-No- Confirmó lo que más temía la señora.
-Ou~ - Se quejó la mujer.
-¿Qué pasa?- Preguntó con duda la joven.
-Bueno, hay un edificio por aquí cerca, puedes darte una vuelta y ver los apartamemtos. Y ver que tan cara está la estadía.- Comentó la mujer, como acto de buena fé. Y después, su bebé comenzó a llorar.
A continuación, la mujer siguió caminando por su rumbo. Y la joven se paró de la banca en al que estaba anteriormente.
Camino con tanta tranquilidad que cuando se paró ya era de noche, y no lo había notado aún.
Era una noche estrellada con una luna de cuarto menguante.
Como se lo había indicado la señora Pamela, le dio la vuelta a la manzana, y efectivamente había un edificio.
Entró, el silencio reinaba lo que hacia que fuera muy cómodo estár ahi.

Minutos después, tenía una llave en la mano.

-Numero 38 piso 3- Le indicó la señorita que la había antendido.
-¡Muchas gracias!- Agradeció, y se dispuso a subir las escaleras.

Ciento treinta y siete, fueron las escaleras que logró contar mientras las subía. Un poco cansado, ¿No?

Al llegar a la segunda planta pudo observar a una pareja despedirse, por lo que puso deducir por la escena, el hombre por trabajo se iba a ir de viaje, ¿para saber a dónde? Llevaba un traje negro lo acompabaña una corbata en la camisa del mismo color, con camisa roja y con unos zapatos de mocasines color negro.
La mujer era de figura esbelta, estaba vestido con una blusa color rosa pastel, con unos zapatos del mismo color, en la cintura llevaba un cinturón dorado, y llevaba una falda que le quedaba unos pocos centímetros arriba de la rodilla, que era color negro.
Paso y siguió si camino.
Al llegar a la tercer planta, no había nada fuera de lo habitual. Cuando pasaba por el pasillo, vio diferentes cosas muy interesantes desde su punto de vista.
En un departamento había pegatinas y diamantina pegado a la puerta.
En otra pudo ver las luces de una televisión encendida por debajo de la puerta.
Y así hasta que llegó a su departamento asignado.
Entró en ese departamento y al fin, sus ojos brillaron llenos de alegría. El departamento tenía muebles muy bonitos, algunos de madera, otros de mármol...era lo mejor que podía a ver conseguido.
Recorrió con paso lento y tranquilo todas las habitaciones del departamento.

Todo estaba tan bien acomodado en su lugar, y había un ambiente muy tranquilo. No como en su casa, el ambiente a veces era muy pesado y se volvía algo tedioso por las noches.
Dejo su mochila en una silla que estaba al fondo de la habitación, y al otro extremo pudo ver de reojo la cama.
Se recosto en la cama unos segundos, había sido un día muy pesado y sobre todo, muy cansado, y cuando comenzaba a dormirse, un pensamiento cruzó por su mente, quitándole todo el sueño de un golpe.

-No tenía trabajo-

Y sin trabajo, no podría pagar la mensualidad que se le pedía.
Y no llevaba tanto dinero, aparte de que debía pagar otras cosas necesarias para vivir, como:
Comida, agua, luz, gas, Internet, etc.

¿Internet?
Si, sin el Internet no podría hacer nada.

Desde siempre sus padres la educaron en casa, por lo mismo, estudiada en casa desde que tiene memoria.

Así que, si quería seguir con sus estudios y vivir un mes más, tendría que conseguir un trabajo de medio tiempo.