SOLO SEXO.

Capítulo 11|ᕙTiempo dolorosoᕗ

T/n:

Después del incidente que paso no volvimos a casa, Ralf nos ayudó y ahora vivimos juntos, intentamos pagarle renta pero no la aceptó.
Mi familia nos buscó, pero después de unos cuantos días lo dejó y creo que están tranquilos con ello. Según algunos amigos que tengo mi madre piensa que ya estamos mayorsitos y podemos cuidarnos solos, y que seguramente estamos haciendo el drama para hacer sentir mal a Esteban y a Jashlem.
Que idiotez.

Ya habían pasado meses, Alex y yo trabajamos para pagar nuestra escuela. Afortunadamente nos encontramos en vacaciones por ahora.

Cómo de costumbre volví al hospital a recibir informes sobre mi hermano.

Cuando llegué una enfermera amable y sonriente me detuvo.
Iba a preguntar algo pero me lo impidió.

- Ya está bien su hermano. Si gusta puede pasar a verlo.- dijo sonriente mientras a mí me salían lágrimas de felicidad.

Asentí rápidamente y por un impulso abrace a la doctora. Después de segundos ella me empezó a alejar.

- ¡Ay que bueno!- grité y luego corrí a la habitación de mi hermano.

Cuando llegué mis ánimos cayeron, aún estaba con esos aparatos conectados a su cuerpo.

Pensé que ya estaba despierto pero solo se estabilizó.
Me senté a su lado y lloré, lloré como siempre lo hacía, lloré de impotencia, lloré de dolor, lloré de enojó... lloré de culpa.

Me sentía muy culpable, aunque mi hermano dijera que no era mí culpa, aunque Ralf dijera que no era mí culpa, yo sé que sí, sí lo es, porque nunca debí de haber compartido la cama con mi hermanastro, nunca debí de haber tenido sexo con mi hermano.

Me quedé un poco de tiempo más pero después de unos minutos ya no aguante y salí de su habitación mientras mis ojos se humedecian y las gotas rodaban por mis mejillas dejando un rastro húmedo pero casi invisible a través del piso del hospital.
Salí de ese lugar rápido.

Llegué a casa de Ralf en unos cuantos minutos y me encerré en el baño a llorar. Milagrosamente no había nadie y yo podría hundirme en mí propia miseria.

No se cuanto tiempo tardé en el baño; me sorprendí al oír la puerta de la casa abrir y cerrar. Me preocupe un poco pero luedo oí a Ralf.

Ralf:
Salí de mí trabajo temprano. Honestamente no me agradaban las vacaciones ya que tenía que trabajar pero con la nueva compañía que tengo me siento mucho mejor.

Llegué a casa y al entrar vi la mochila de t/n en el sillón.

- ¡T/n! ¿Estas aquí?.- entonces oí una voz proveniente del baño.

- S...sí, e...e...estoy aquí.- la voz triste de t/n me contestó.

- ¿Todo bien ahí adentro?.

- S...í- alargó la s mientras daba un suspiro entrecortado.

- ¿Segura?.

- ¡Sí Ralf, segura!-me gritó con su voz temblorosa.

- Voy a entrar T/n.- avisé.

- ¡No!- contestó rápido pero yo ya me encontraba abriendo la puerta.

- ¿Que es lo que pasó para que ti estés así?.- pregunté mientras me sentaba a su lado en la ducha.

- Naim...- dijo en un susurro apenas audible.

- ¿Que pasa con Naim?, ¿Acaso empeoró?- me preocupé.

- No, ya se estabilizó, pero aún no logra despertar.

- Lo bueno es que ya está mejor, hay que alegrarnos, ¿Por qué te entristeces?.

- Porque fue mí culpa....- dijo después de un silencio largo.

- No, no lo fue, yo estuve ahí y se que no lo fue, fue un accidente, tal vez quien realmente tenga la culpa sería el hijastro de tu madre, pero tú no.- afirmé mientras colocaba mi mano en su rodilla y la estrechaba en señal de apoyo.

T/n solo tomó parte de su cabello que le cubría los ojos en ese momento y lo jaló y apretó.

- Tienes razón...pero también es culpa mía.

- No, no lo es...

- No sabes nada- habló mientras se levantaba del suelo lentamente y caminaba hacia la puerta- me iré a caminar, tengo que despejarme.- y con tan solo dos pasos más salió completamente del baño dejándome solo.