Esa era la quinta vez, en la semana que su padre le grita y le dolía.
Mordía su labio tratando de retener el llanto, sus ojos ardían como el infierno, pero tenía que mantenerse firme ante su padre, no quería discutir más.
Subió a su cuarto, haciendo parecer que no lo importaba lo que diga su padre, pero solo quería llorar en paz, desaparecer del infierno que llaman tierra.
Donde su madre solo por avaricia trajo a un niño indefenso a ese lugar.Cerro la puerta con llave, cerro las cortinas dejando entrar solo una leve pizca de luz de luna.
Tomo un cuaderno y empezó a trazar líneas tratando de sacar todo lo que sentía en el dibujo, pero no sirvió.
Termino dejando el cuaderno de lado, abrió el cajón de la mesita de noche, sacando un pequeño objeto con filo.
Se en camino al baño, trabó la puerta y abrió el agua, llenado la bañera.
El sonido del agua caer, tapaba los sollozos y alaridos de dolor del pequeño niño, que con el filoso objeto cortaba sus muñecas.
- lo siento- se disculpó con el aire, mientras gruesas lágrimas saladas salían de eso hermosos ojos esmeraldas.
Entro a la bañera, dejando un pequeño rastro de gotas de sangre que luego limpiar, sin es que otra vez no conseguía su cometido.
Sumergió su cuerpo dentro del agua, luego la cabeza, dejó salir el aire de sus pulmones... pero lo invadió el miedo.
El agua se tornó turbulenta, ahora tenía una tonalidad escarlata.
Damián salió, respirando agitado, más lágrimas cayeron y tapó su boca rompiendo en llanto.
Sentía como le ardía la garganta, como se rompía.
Su corazón se estaba rompiendo.Termino bañándose rápido, y salió del baño, aún caían gotas de sangre.
De quien fue idea de poner un estupido espejo de cuerpo completo en el cuarto frente el armario.
El cuerpo de Damián, estaba cubierto de cicatrices, hechas por su arduo entrenamiento.
Pero otras era hechas por sus propias manos, sus muñecas, en el abdomen, piernas había máscaras de Cortes recientes y antiguos.
También tenía moretones y rasguños, algunos infligidos por él mismo.De tan solo ver su cuerpo quería vomitar, gritar, llorar y disculparse por su mera existencia.
Se puso un buzo ancho que nunca tocaría sus heridas, se puso ropa interior y se tiró en la cama.
Ese noche rogaba que las pesadillas no ataquen, quería dormir y no despertar por una semana, un mes, un año o para siempre.
Sentía culpa de que todos en su casa se haya peleando...
No, no era su casa, nunca lo sería, pero si era su culpa que Tim no esté.
Que Dick haya discutido con su padre.
Que Jason haya tenido que sufrir en el infierno, que Damián nombró alguna vez como suyo.
Damián sentía culpa, ya que si no fuera por su existencia Tim no hubiera sido casi violado por su madre y tía, Jason no tenía motivo para quedarse en la liga de asesinos y Dick no tendría que discutir con Bruce.
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I take care of you
FanfictionDamián ya no aguanta más a sus demonios, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. El adolescente caía en una oscuridad profunda, donde cada vez le costaba respirar. El chico se siente culpable por muchas cosas, y su padre no ayuda mucho. Lueg...