8✓Culpable

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Estas tres semanas han sido una completa montaña rusa; Salvador no me dirige la mirada, mucho menos la palabra, le he dejado varios mensajes en su dingg y no responde. Por otro lado Austin también se está comportando extraño; me saluda de lejos y se va, es como si me odiaran.

Después de la fiesta Salvador se fue, traté de detenerlo pero me fue imposible, él no quería hablar conmigo y tenía que darle su espacio.

Pero tres semanas es mucho. Para mi lo era, ya estaba acostumbrada a hablar todos los días con esos dos imbéciles.

Siento como mi cabeza es acariciada y cierro los ojos al sentir su tacto. Simeón me toma del mentón y me hace mirarlo para luego de ello darme un agradable beso. Casi siempre se queda en mi casa por las noches y se va en la mañana antes de entrar a entrenamiento o a nuestras clases de comportamiento y manejo de dominio, ya se está convirtiendo en mi compañía permanente. 

Tomo la sabana envolviendo mi cuerpo en ella y entro a mi baño; él nunca se baña aquí pues mi agua es bastante diferente a la que él usa para su aseo. Mi agua baja por la regadera hirviendo.

—Nos vemos en la noche—Dice Simeón dando un beso en mis labios.

Me vestí, estamos en "verano" así que tenía toda mi energía por el agradable calor que hacia. Salí de mi casa y me metí en mi auto. Lo único que me incomoda es que tengo que estar en los descansos de las clases sola.

Odio esa maldita palabra.

Sola.

Ya estuve mucho tiempo así, quiero que eso cambie. Al llegar noto que todos se dirigen al coliseo por petición de Silvio.

¿Qué?

Hoy no tengo entrenamiento pero de igual forma entro. Subo a las gradas y logro divisar primero a Salvador que se encuentra junto con Austin; a su vez al frente de mi está Simeón; nos quedamos mirándonos unos segundos y me guiña el ojo.

Oh, me voy a derretir. Es tan lindo.

Pero mi cara de confusión se forma cuando por el micrófono habla Ferideh.

¿Qué está planeando ahora?

—Como la mayoría sabe cumpliré años en una semana, y haré una fiesta en mi casa como cada año, así que espero que todos estén allí—Se aclaró la garganta—Todos menos alguien que bote lava de sus manos.

Todos dirigieron sus miradas a mi.

Saqué el dedo del medio dirigiéndome a Ferideh.

Maldita perra. Iré de todos modos.

—Eso es todo lo que quería informarles, lindo día.—Y con eso la teñida se despide.

Todos salen del coliseo y yo me quedo allí, miro hacia el frente pero hasta Simeón ya se ido.

Con ella.

Salgo de allí y mis ojos divisan a Austin.

—Los marginados no vamos a fiestas—Le digo a sus espaldas y él se gira.

¿Qué hicieron con mi Austin?

Austin se ve serio y ahora usa solo ropa negra y de cuero.

¿Cómo no había notado ese cambio?

Ah, ya me acordé.

Estaba ocupada admirando todo el tiempo a Simeón.

—A mí si me invitaron—Fue lo único que dijo antes de irse.

¿Auch?

Me encogí de hombros y me senté en el pasto como solía hacerlo con Salvador.

Salvador....

Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora