31 días de AkaFuri 2020/2021

Magia/Fantasía

Advertencia: Lemon

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No era ni la primera ni la ultima vez que se atrasaba en llegar a clases de magia, siempre que pudiera trataba de evitar encontrarse con Akashi Seijūrō que siempre parecía querer ir por su mismo camino a propósito. Le tenía miedo al pelirrojo ya que era un brujo oscuro y parecía tener un aura demasiado intimidante.

Según su amigo Kuroko, seguramente Akashi estaba interesado en él, eso explicaría porque siempre se lo encontraba, pero aún así no le gustaba encontrárselo porque temía que el único interés del brujo sea experimentar con él.

El profesor le regaño especialmente cuando le vio llegar tarde, vociferando que, si no fuera porque habría una reunión de maestros, le haría quedarse bien tarde practicando al menos 50 hechizos nuevos que tendría que crear, es más se lo dejaría como tarea para que al día siguiente el lo enseñara a toda la clase. Furihata se sentía horrorizado, no tanto por tener que crear hechizos nunca antes hechos sino el de tener que exponerse frente a sus compañeros. Odiaba sinceramente tener que hablar en público, se ponía demasiado nervioso y hablaba solo incoherencias.

Una voz que Furi conocía bien saco la voz de pronto.

―Puede dejarme vigilarlo a mi hoy en la tarde. Si expone a Furihata Kōki a exponer delante de todos estará demasiado nervioso para hacerlo bien y podría pasar un accidente. Yo le diré que hechizos aprendió.

El profesor lo consintió, para este Akashi era alguien de confianza, así que sabía que podría dejarlo en sus manos. Kōki chillo internamente.

Fue una jornada intensa ese día, apenas si pudo comer Kōki de lo angustiado de lo que sentía cuando llegará la hora de estar a solas con Akashi, si no lo utiliza, mínimo su trasero no saldrá virgen de eso. Kuroko y sus amigos hicieron un par de bromas al respecto, pero a Furi no le causaban gracia. Realmente estaba muy asustado.

―Vamos Furihata-kun, Akashi-kun no es de ese tipo de personas, no deberías de ser tan miedoso.

― ¿No recuerdas que casi corta a uno de nuestros compañeros? además se rumorea que le sacó los ojos a alguien.

―No he hecho algo similar como sacar ojos, a menos que fuese necesario Kōki. ―Akashi apareció muy cerca de Furihata que le hizo dar un salto similar al de un gatito asustado. Seijūrō sonrió casi como si le enterneciera la reacción ajena. ―Recuerda que debes practicar en la sala fénix mientras te vigilo después de clases.

Furihata trago saliva, miro a Kuroko quien le hizo un gesto de ánimo. Tal vez este tuviese razón o mejor dicho ojalá este tuviese razón en sus palabras.

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No estaba nada de mal a diferencia de lo que pudiera haber pensado antes de todo. Akashi se mantenía apartado mientras el trataba de crear hechizos nuevos, aunque la verdad no tenia mucho ingenio para saber que inventar, apenas en 3 horas había inventado 9 hechizos y no sabia que más hacer. Se revolvió los cabellos angustiado. Akashi quien había anotado los hechizos creados por Kōki para mostrarle mañana al profesor lo que había hecho, se levantó de la silla en donde estaba y se acercó a Furihata quién le miraba de reojo a veces con miedo.

―Esta oscureciendo ¿No quieres ir a merendar algo antes de seguir?

Furihata lo miro de frente, definitivamente el pelirrojo era muy amable a pesar de esa mirada tan potente que tenía. Suspiró y miro su varita.

―Akashi-san, creo que, aunque coma algo y vuelva más renovado no podré hacer más que esto, no creo que pueda dar más

―No seas tan duro contigo. Eres un chico que hace lo mejor que puede.

―Y aun así es poco, me gustaría ser como usted Akashi-san. Eres muy hábil en todo, podrías hacer mil hechizos si te lo propusieras. ―Hace un gesto de frustración y recoge su pergamino para no olvidar los nombres de sus pocos hechizos hechos esa noche. ―Tendré que resignarme a una mala nota. ―Mira a Akashi de pronto y se le ocurre una idea, aunque sabe que es prácticamente un recurso bajo y desesperado, pero ya tenía demasiadas notas bajas y no quería repetir el año― ¿Me ayudaría Akashi-san con mis hechizos? Prometo hacer cualquier cosa para compensarlo.

Si era cierto lo que había dicho Kuroko se había regalado en bandeja a Seijūrō, quien alzó las cejas un poco sorprendido.

―Pensé que me tenias miedo.

―Si lo tengo, pero, realmente necesito esto.

Akashi tomo del mentón a Furihata haciendo que lo viese directamente a los ojos. Eso había sido demasiado fuerte para este último, viéndolo de esa manera sentía como si su propia mirada había quedado prendada de la suya y que a pesar de todo Akashi realmente tenia unos ojos preciosos, hipnóticos que no podía dejar de mirar. Sus mejillas tomaron color remolacha y su corazón latió ruidoso, esperaba que Akashi no escuchase eso. Era increíble que solo al verlo tan directo provocase tal cosa en su interior.

―Supongo que sabes lo que siento por ti, me has estado esquivando, pero al fin tendré lo que es mío.

Kōki tembló como gelatina, pero no podía o más bien sentía que no quería dejar de mirarlo por más que dudara de todo esto ¿Lo estaría embrujando? La verdad si era el caso en ese momento tenia un sentimiento extraño, jamás tuvo al pelirrojo tan cerca. Algo en su interior le hizo acercarse hasta que sus labios se encontraron con los ajenos.

―Entonces hazlo...tómalo. ―Dijo aun sorprendido de su propio actuar, aunque no arrepentido, los labios ajenos se sintieron muy bien, realmente disfruto ese contacto.

―Bien. A partir de hoy eres mi novio. No quiero objeciones, ni quejas al respecto.

Dicho esto, Akashi beso a Furihata de una manera muy cariñosa que a este le hizo sentir cosas en el estómago. Quizás lo que sentía por este no era precisamente miedo.

Se abrazaron y se dieron algunos besos más abrazados, mimándose con pequeñas caricias ¿Cómo podía ser? ¿Cómo era posible que Akashi pareciera estar hecho para él? Se pregunto Furihata, aunque en cualquier momento esperaba que Seijūrō lo pusiera en una mesa y lo desvirgara de una vez, pero este solo lo tomo de la mano para ir a comer un refrigerio y ayudarle luego con los hechizos que hicieran falta. Quizás Kōki era demasiado pervertido, pero en cierto momento hasta anheló que Seijūrō lo tocara e hicieran cosas pervertidas. Debía de ser seguramente por las veces en que se imagino a este haciéndole ese tipo de cosas.
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―Y terminamos. No fue tan difícil Kōki. Vamos, debes ir a descansar. Has trabajado duro hoy

―Gracias Akashi-san, yo...