Me enamoré de una chica extrovertida.

Primera Noche

Día 16 19:00 hrs
El día continuó, la madre de la chica se despidió para marcharse a su hogar.
En cuanto se fue la madre de Kenma llamó la atención de los chicos. -Vengan a sentarse, debemos hablar-.

Ambos chicos sintieron que el corazón se les saldría, los sermonearian y sería incómodo.
Se sentaron en el sillón de la sala frente a la madre que los miraba seriamente.

-Con respecto a lo que vi antes... Entiendo la situación, ahora ustedes serán una pareja conviviendo, por lo que me gustaría aclararles algunas cosas-. Kenma desviaba la mirada sabiendo que se venía algún comentario aterrador.

-Primero: ustedes pueden tener relaciones, no soy quien para decirles que no hagan algunas cosas, pero no quiero encontrarme en situaciónes incómodas, por lo que no tienen permiso para tener relaciones mientras haya gente además de ustedes en la casa.
SEGUNDO Y MÁS IMPORTANTE: Cuídense. Se que es tarde, ya que serán padres, pero deben tener cuidado, Rei tiene pocos días y los primeros tres meses son bastantes inestables, no me gustaría que tuviese una pérdida por tener relaciones en posiciones extremas o por algún impacto demasiado fuerte.-. La madre rió con lo último, sabía que los chicos se sentirían incómodos.

Ambos jóvenes se encontraban en una situación demasiado embarazosa, palabras como "posiciones" "impacto" "relaciones" era demasiado para ellos.

Kenma se encontraba estupefacto, no sabía que contestar al respecto, usualmente contestaría un "no haremos esas cosas" para librarse de su madre, pero luego de ser descubiertos en una situación comprometedora no serviría.
Por lo que solo contestó -Está bien-.
Acatando sin quejarse por nada, a fin de cuentas, la madre tenía razón en todo.

Luego del incómodo momento ambos chicos fueron a la habitación, Kenma comenzó a jugar unos juegos y Rei siguió ordenando algunas cosas a su lado.
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Día 16 20:30 hrs
Pasaron un buen rato, la chica había estado cargando mucho peso, por lo que se empezó a sentir mareada y extrañamente agotada. Sin embargo, no le presto mayor atención y continuo con lo suyo.
Luego de unos minutos sus pasos empezaron a ser cada vez más inestables, el chico lo notó de reojo.
Pasaron solo unos segundos y la chica perdió el equilibrio, rápidamente Kenma se levantó y alcanzó a tomarla para que no callera al suelo.

-¿hey te sientes bien?-. El chico la miró preocupado.

-Si... Solo me maree, estoy muy cansada sabes, pero debo terminar de ordenar esto o mañana será un desastre-.

-Debes pedir ayuda, estas débil. Yo terminaré de ordenar tu ropa, no es demasiada-. El chico la recostó en la cama. -¿porque no te pones el pijama y descansas? Fue un día largo para ti, puede que te alivie un poco-.

La chica se sintió feliz al ver lo considerado que era Kenma. -Eso haré-. Asintió con ojos felices.

Kenma se dirigió a la maleta de la chica y comenzó a doblar la ropa que quedaba.
La chica por su parte comenzó a desnudarse en la habitación para ponerse el pijama como había dicho.

-¡¿Q-que se supone que haces?!-. Kenma se avergonzó en cuanto la chica comenzó a desvestirse a su lado.

-Me pongo el pijama... ¿No supones que vaya hasta el baño para que no me veas o si?-. Ella rió.

-C-claro que s-si, no pensé que te cambiarías aquí-.

-No te pongas nervioso, ya me has visto desnuda-. La chica continuo hasta ponerse el pijama completo.

Kenma sin mencionar nada pudo apreciar como la chica dormiría sin sujetador, lo que lo hizo sentirse abrumado, dormir junto a ella y sentir sus pechos era bastante estimulante para él.