Francia, 1477
Mi embarazo ha ido progresando, al igual que mi pena por la muerte de mi hermano.
Ahora llevo una pequeña barriga de cuatro meses. Pero solo la he lucido con vestidos negros, no me siento con el animo de lucir otro color en estos momentos. El embarazo no ha sido tan malo pero si trajo consigo algunas cosas. Por ejemplo la mayor parte del tiempo tengo demasiado sueño, otra es que mi apetito también ha aumentado mucho. Lo primero me impide un poco realizar mis tareas por la mañana.
Al menos Vincent ha dejado de aparecer en la habitación por las noches. Aunque eso no lo hace insultarme menos.
Por cierto; acabamos de tener una pelea, por eso estoy aquí en el lago frente al castillo, decidí venir con Mirari y comer algo aquí. Nuestros embarazos van casi igual pero ella tiene su vientre un poco más grande.
-¿Qué crees que sea?- me pregunta metiendo una uva a su boca.
El calor ha sido espantoso desde hace un mes. Estamos en pleno verano, yo odio el verano. Prefiero tener que estar caminando entre la nieve todo el tiempo. Aunque sé que debo ser agradecida por tener un lugar donde pasar la noche. En el pueblo no todos lo tienen.
-Varón- digo ofreciéndole una sonrisa-¿Tú?
-También- acaricia su vientre y luego me mira-¿Y el tuyo?
-Espero que también sea varón.
No he dejado de pensar en ningún momento de que eso sería lo mejor para todos, incluyendo a mi futuro hijo o hija.
-Sé que aunque sea una niña vas a quererla.
Nunca dije que no querría a mi hija, pero lo que pido es que ella no llegue a sentirse como yo. Igual de intimidada y temerosa cuando ve a los hombres que la rodean.
-Claro que sí- respondo mirando a Silver tomar agua del lago- Mirari, ¿Debería sentirme mal de sentirme atraída por Bash?- murmuro.
Ríe- No, para nada. Es muy apuesto.
Suspiro-Me refiero a que soy casada, y mírame, estoy esperando el hijo de mi esposo.
-Pretendamos por un momento que Vincent no existe y hablemos de tu nuevo amorío- dice moviendo sus manos-Eso hago yo, por eso me alegro cada vez que me cuentas sobre él. Mi vida es mejor cuando pretendo que Vincent no existe.
No puedo evitarlo suelto una carcajada al escucharla. Si alguien en la corte me escuchara me dirían que no debería de reír así.
Ojalá fuera tan fácil como creer algo para que sea real.
-Tu amorío con Sebastian...
-Es inexistente- la interrumpo pero Mirari levanta su mano para pedirme silencio.
-No vas a negarme que se la pasa cortejandote- frunce el ceño- Además- sonríe- siempre llevas una flor en tu mano cuando te veo, y después de hablar con él llevas una sonrisa lo cual a duras penas logro sacarte yo. ¡Siento envidia! Ese hombre si que sabe hacerte reír. Si Thelma estuviera aquí estaría de acuerdo conmigo.
-La extraño.
Desde hace meses que no la vemos. Después de la muerte de la madre de Chandler ellos no volvieron, sus cosas fueron llevadas a España por un carruaje especialmente por y para ellos. Y consigo una carta, escrita por mi. Contándole que había descubierto estar embarazada y lo difícil que fue perder a mi hermano.
La carta tuvo respuesta semanas después cuando el carruaje volvió. Thelma estaba feliz por mi embarazo pero lo mejor fue leer sus palabras para hacerme sentir mejor por lo de Keith. No era un abrazo, pero se parecía mucho a uno. Desde ese día no hemos estado en contacto.
-¿Por qué preguntas por él?
Me encojo de hombros- Por nada.
Mirari me mira de forma acusatoria y luego abre su boca con asombro, como si lo hubiera comprendido todo.
-¡Quedaron de escapar juntos!
-¡¿Qué?!- giro mi rostro a todos lados asegurándome de que los guardias que nos han acompañado no hayan escuchado-¡No!- murmuro- Ni siquiera he respondido a su cortejo.
-Deberías.
-No, no debería. Eso es adulterio.
-Vincent lo hace- se encoge de hombros-Edith tiene muchos privilegios últimamente, no creas que no he notado todas esas joyas y vestidos nuevos. Creí que iba a esperar para presentarla como su amante.
-Las cosas cambian- explico- Al presentarla públicamente junto a él y en el funeral de mi hermano fue un movimiento inteligente.
-¿De qué hablas?
-Demostró que estoy en un momento inestable, e incluso embarazada pensarían que no puedo satisfacerlo por las noches como el me pide, por eso buscó a lady Edith- suspiro- Además si muero al dar a luz Francia es suya, puede casarse con quien quiera, le convendría que la corte ya la conozca, y ella es Francesa, aunque no tiene control del poder de la corona puede incitar a Vincent a tomar ciertas decisiones conveniencia de los Franceses.
-Parte buena del embarazo, ya no te obliga a estar con él.
Bueno, yo no diría eso. Tal vez ya no es tan frecuente, y pasa más tiempo con lady Edith que conmigo. Pero no agradeceré que lo haga porque sé que la trata similar a como me trata a mi.
-Cierto- me limito a decir.
-Deberías poder disfrutar de alguien, así como él lo hace con ella.
-No suena mal, pero yo nunca he estado con alguien porque así lo desee.
La primera vez estaba lista, no me sentía incomoda, pero lo hice porque tenía que hacerlo, y decidí poner mi confianza en él. La diferencia es que no lo hice porque sintiera que en verdad lo quisiera yo.
La que lo quería era la reina, no Elissa.
-¿Te digo un secreto?- sonríe y yo asiento.
Mirari se acerca a mi y pone su mano haciendo una cueva entre sus labios y mi oreja.
-Se siente mejor cuando lo deseas.
-¡Dios!- chillo haciendo que Mirari ría.
-Digo que podría ser mejor a lo que ha sido- se encoge de hombros- Más si es con alguien especial.
-¿Estas diciendo que... debería de ir a visitar a alguien?
-Yo nunca permitiría eso- niega- pero si te vas con él, alguien debe quedarse a cuidar del pobre de Silver. Míralo, no puede solo.
Señala a mi perro el cual está dormido a unos pasos de nosotros.
-Bien- río poniéndome de pie- Cuida bien de Silver.
Y así es como emprendo mi camino a la corte.
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Perfecta creación
Narrativa Storica¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...