:𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟤𝟦:

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Lo hecho, hecho estaba. Miraba por el ventanal desde su oficina en el piso más alto del edificio, sintiéndose más animado que la noche anterior cuando regresó vencido de la casa de Johannah. Había amado a esa mujer con todo su ser, pero ella había cometido el peor de los errores y no estaba dispuesto a perdonarselo ni en un millón de años.

Dejó que una sonrisa tímida e ingenua se le escapara por los labios, ya no tendría que observar a Louis desde las sombras como llevaba haciéndolo meses atrás. Podría estar para él como lo que era y nunca debió dejar de ser, su padre. 

Caminó hasta su escritorio mientras pensativo pasaba el dedo pulgar por sus labios de un lado a otro. Por desgracia, el castaño lo había corrido de su hogar y no había tenido la oportunidad de explicarle la versión de los hechos, al menos la que él conocía. 

Se sentó en la elegante silla frente a su escritorio, miró de nueva cuenta el perfecto expediente por el que había pagado a sus investigadores privados y lo cerró, ahora todo lo que venía, lo descubriría por sí solo. Louis quisiera o no. 




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Se levantó del sofá de Liam con la espalda dolorida y el cuello adormecido, la universidad le esperaba y no podía volver a faltar, independientemente de que Harry se hubiese molestado, él no solía descuidar la escuela, quería ser alguien importante, dejar huella. 

Se fue hasta la ducha de Liam y tan pronto salió, se dirigió a la cocina, en agradecimiento por las veces que lo había salvado le prepararía un delicioso desayuno. 

— Huele delicioso — dijo Liam que se encontraba en el marco de la puerta de la cocina. 

— Oh… Disculpa Liam — dijo mientras dejaba un par de huevos fritos con tocino frente a una de las sillas —. Buenos días, no planeaba entrometerme en tu cocina. 

— Buenos días — contestó mientras ponía una jarra de jugo de naranja al centro de la mesa para después sentarse —. Estás en tu casa, siéntete libre de hacer lo que quieras. 

Se sentó frente a él en la mesa con su plato y ambos comenzaron a comer. Se sentía tan distinto a comparación de la primera vez que Liam lo había llevado, ese día estaba tan inmerso en sus pensamientos que ni siquiera había prestado atención en lo bonita que era la casa de Liam y en lo delicioso que olía. Habían pasado muchas cosas desde esa ocasión, ahora ya estaba con Harry aunque estuvieran enojados y había hecho nuevos amigos. 

Salió de sus pensamientos, el mayor ya estaba terminando con su desayuno y era mejor darse prisa, Louis no sabía llegar a la universidad desde ese lugar y no pensaba perderse. Terminaron de hacer su rutina mañanera y Louis se montó con Liam en su auto. 

La primera clase había sido una tortura para casi todo el salón, menos para Louis que extrañamente volvía a sentirse con ganas de participar, era eso o lamentarse por cómo su vida se iba derrumbando a cada paso que daba. 

Salió del salón, con una sonrisa pero ésta pronto se borró cuando pudo observar la mala mirada que Zayn portaba. Era un idiota, se había olvidado de llamarle para aclarar que estaba bien. Se acercó hasta él y lo abrazó, realmente necesitaba ese abrazo. Liam había sido una amigo implacable y le agradecía que lo haya acogido pero con Zayn, era diferente. 

— Lo siento Zayne — prolongó el abrazo, tenía muchas cosas que contarle pero no lo había querido molestar. Con la boda encima, su problema era mínimo. 

— Me enteré que Payne te dio asilo ayer — comenzaron a caminar a la cafetería —. ¿Qué ha pasado? 

— Mark Tomlinson no es mi padre, no sé si realmente ese es su nombre — sonaba confundido. Su cabeza estaba hecha marañas. 

𐇵	𝓯𝓮𝓪𝓻𝓵𝓮𝓼𝓼 𐇵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora