i kissed a girl,,,

i liked it

Jueves 3 de Diciembre, 09:35 AM.

Caminaba hacia mi casa usando aquel vestido brilloso que resaltó toda la noche.
Admitiré que esta fiesta estuvo muy buena y no me arrepiento de nada de lo sucedido.

—¡Agh! Malditos tacones.— Me quité los tacones de aguja dorados y comencé a caminar descalza por la calle. Nada podía importarme menos, mi mente solo rondaba al rededor de un suceso. Sonreía patéticamente mientras me balanceaba caminando. Casi no había gente en las calles pero de todos modos si hubiera, no me valdría absolutamente nada.

No se si confirmar que me encuentro en mis cinco sentidos, realmente bebí mucho anoche. Por eso me demoré en colocar la llave en la puerta de mi casa y un poco también en abrirla.

Tengo dieciocho años y ya no permito que mi madre me controle. ¿Volver a casa de mañana? Al menos dos veces por semana y algunas incluso tres.
Bostecé apoyando mi tronco en el mesón de la cocina.

—Momo...— Mi mamá estaba con su bata de mañana apoyada en el marco de la puerta de la cocina.

—Oh, hola mamá. ¿Que tal? ¿Cómo dormiste?— Le dije mientras metía unas galletas a mi boca.

—¿Que hiciste anoche?— Me preguntó seca haciendo que detenga mi mandíbula.

—Wow, calmado. ¿Desde cuando te interesa tanto?— Reí.

—No te rías. ¿Que hiciste en la fiesta? Dime.— La miré con el ceño fruncido.

—¿Que te pasa? Solo me divertí.— Le miraba los ojos.

—¿Con quien?—

—No, mamá. No me junté con señores de setenta años. Era una fiesta, con todos—
Me sentía bastante presionada.

—¿Por qué la besaste?— Sus brazos cruzados y cabeza alzada me intimidaron a más no poder.

La.

—¿Qué?— Hablé luego de una pausa.

—Sé que besaste a una chica— No le respondí.
—Me contaron—

—Gente chismosa...— Suspiré. —Ok, madre. Escucha. Eso nunca estuvo en mis planes. No fue mi intención— Agudicé mi voz al final.

—¿Por qué?— Mi mamá seguía en la misma posición.

—Soy valiente mamá, agregando que tenía un trago en mi mano.—

—Si, tengo nariz. Puedo oler—

—¡Perdí mi discreción!— Se quedó callada. —¡Ay! Mamá, no es lo que suelo hacer. Solo quería experimentar. No tiene nada de malo. Ella se veía tan hermosa apoyada en la pared y me sentía curiosa. Captó mi atención completamente.—

—¡Momo! No puedes hacer eso. ¡Es una chica! Esta bien si quieres un chico pero una mujer no permitiré.— Me enfadé.

—¿Desde cuando tengo que pedirte permiso? Besé a una chica y me encantó. Sobretodo el sabor a su brillo de cereza.— ¿Estaba provocando a mi mamá? Si. ¿Me echarán de casa? Muy probablemente. —Besé a una chica solo para intentarlo pero quedé con deseo de más.—

—Hija, tienes novio.—

—Si, terminaré con el más tarde. Espero que no le importe.— Alcé mis hombros sin interés.

—Pero. El es tan buen chico. ¿Por qué lo dejarías por una chica?—

—Se sintió tan incorrecto, y eso es un punto más ante el hecho de que se sintió maravilloso. No estoy diciendo que me enamoré de ella, es solo que me di cuenta que no me siento a gusto con chicos —

—Besaste a una chica. ¿Estás segura de que te gustó?— Ella estaba inclinada hacia mi.

—Me encantó— Me incliné de vuelta haciéndola enojar.

—¿Cual es su nombre?— Se volteó dándome la espalda.

—No recuerdo. Pero no importa. Empezaba con "D"— Mi mamá se dio vuelta rápidamente con su boca abierta y frente fruncida.

—La usaste como experimento.— Me sostuvo de los hombros y me agitó.

Suspiré. —Naturaleza humana, ¿No?—

Me soltó despacio intentando calmarse. —Las chicas buenas no hacen eso.—

—¡Lo se! No debería comportarme así. Pero no habrían chicas buenas si no hubieran chicas malas.—

—Estoy tan confundida. ¿Que hice mal?—

—¿Por qué habrías hecho algo mal? ¿Besar a alguien de tu mismo sexo está mal? ¡Claro que no! No hiciste nada mal mamá. Es solo que es tan difícil obedecer. Lo único fuera de lugar que estás haciendo es regañarme por esta tontería. Porque la verdad si besé a esa chica y lo disfruté muchísimo. Quiero sentir su brillo de cereza en mis labios ahora mismo.—

La dejé sin palabras. Mi mamá se quedó callada y quieta mirándome boquiabierta.
Lo único que supo decir, —Pero es mujer—

Me alejé unos metros sacudiendo mi cabello hasta que llegué al tope de la cocina. Me volteé y comencé a caminar muy lento hacia ella.
—Las mujeres somos tan mágicas. Piel suave, labios rojos que son tan besables. Tan difícil resistirse, somos tan tocables. Demasiado buenas para negarlo. No es gran cosa, soy inocente.— Quedé muy cerca de mi mamá. Estoy intimidando a mi mamá.

—Ándate.— No me miró a los ojos. Solo susurró que me vaya.

—Bien. Me voy— Tomé la pequeña cartera misma que había llevado a la fiesta y me largué de allí. Ni volteé a ver a mi mamá.

Corrí hacia el lugar de la fiesta previa. Entré lo más rápido que pude con una sonrisa y allí estaba. La chica de cabellos lacios cuyo nombre comenzaba con "D". Ella me vio entrar y me miró directo a los ojos sonriendo. Ni siquiera noto que voy sin zapatos.

—Volviste— Se levantó de la silla en la que estaba sentada frente a la barra.

—Anoche te besé. Y me encantó— Me acerqué para sostener su rostro y besarla sin avisar.
Un buen rato besándonos con movimiento hasta que finalmente nos separamos para mirarnos. —¿Cuál es tu nombre? No lo recuerdo.—

Ella rió muy adorable desviando su mirada hacia el piso. —Soy Dahyun, pero que no se te vuelva a olvidar.— Dijo sonriendo para luego volverme a besar.

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En fin, ✨M U J E R E S✨