Capítulo 2

5 4 0
                                    

Capitulo 2
El ruido de alado

La tranquilidad reinaba en la habitación de Cynthia.
Era una noche muy tranquila y silenciosa, hasta que un ruido la despertó.

Sobresaltada se levantó de su cama.
Hacia frío y se le ponía la piel de gallina, pues era muy friolenta. Tenía los pies y las manos muy frías, casi como un hielo.

-Que le den al ruidoso-

Pensó molesta.

Con molestia notoria y creciente salió de su cama, y después tomó una chamarra color vino, que estaba acomodada en la silla del escritorio de la habitación.

-¿Qué se supone que estaba haciendo su vecino a esa hora de la noche?-

No tuvo la oportunidad de conocer a su vecino el día anterior por que no se cruzaron en ningún momento.
Tomó su celular, y lo encendió. La luz la deslumbró.

-Que estúpida que soy-

Se le había olvidado por completo bajarle el brillo.
Le bajó el brillo, y pudo ver más  cómodamente la hora que era.

-Es de madrugada, aunque muy temprano-

Pensó, pues su reloj marcaba las 4:53 a.m.
Salió de su departamento y vio de reojo a su alrededor.
Todo estaba oscura y en silencio.
Luego dirigió su vista al departamento de alado.
Aún se escuchaban pasos y como si alguien estuviera cortando algo, los golpes contra una tabla, fuertes y precisos.
La luz estaba encendida, y lo notó porque se veía el contraste por debajo de la puerta.
Aunque sabía que había alguien adentro, decidió resignarse y no hacer un escándalo.
Ahora era muy tarde y por ello debería dormir un poco más tarde tendría que buscar un trabajo de medio tiempo, como de niñera, mesera o ayudante en algún puesto, o ya vería que.
Cuando se dio la vuelta para ya entrar en su casa, vio y escuchó como la puerta del departamento de alado se abría.

-Joder...
Es muy atractivo-

Fue en lo único que pudo pensar después de ver a tremendo bombón que veían sus ojos.
Un joven alto, de ojos verdes esmeralda, cabellos marrones y reflejos rubios.
Muy delgado, de buena figura.
Y mirada profunda y misteriosa.
Con facciones muy lindas a su parecer.

Y atrás de él, como perro fiel obediente, se asomó otro joven de ojos verdes olivo, cabellos marrones y reflejos de una tonalidad más oscura y de unas zonas más clara la tonalidad. De buena figura, no era delgado, aunque tampoco estaba pasado de peso, estaba en el peso que debía.
De mirada perdida, y reflejos de niño pequeño.
Y facciones parecidas a la del otro joven.

-¿Serán hermanos?-

Pensó dudosa la chica.
Y cuando el segundo chico, que aún estaba dentro del departamento habló, volvió en si.

The night is crazyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora