Donde Park Ji Min trabaja en la cafetería familiar ya que siempre le han inculcado el arte de hacer café.
o
Donde Min Yoon Gi se dirige todas las mañanas a "The Coffee House" frente al mar para inspirarse.
⤐ boy×boy
⤐no copias ni adaptaciones
⤐pos...
Aquel día había transcurrido con total normalidad, al igual que el siguiente, la única diferencia se encontraba en ese pelirubio entrando nuevamente por la puerta del pianista, ahora, a buscar su preciada cafetera.
Por pura conveniencia, o por la temporada de lluvia de Busán, una tormenta sorprendió a ambos chicos.
Si, tal vez era un poco exagerado, Jimin podía volver manejando, pero Yoongi no iba a permitir que con el clima torrencial de la gran ciudad de Busán, su querido maneje y corra un riesgo.
Ya era tarde, y a pesar de su limitado apartamento, no perdía nada más que la dignidad ofreciéndole a Park quedarse, aunque sea, hasta que pase la tormenta.
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—Jimin, ya es tarde. —Dijo desganado mientras todo su cuerpo posaba en el acolchado sofá.
—Lo siento, ya me voy, es que... —Respondió de la misma manera, con todo su peso en el otro sillón.
—¿Es que? —Preguntó confuso.
—Tus sillones son muy cómodos. —Susurró con los ojos cerrados.
—¿Verdad que si? —Habló mientras reía. —No te estoy echando, de hecho ya es tarde y la tormenta no cesa, ¿No te gustaría quedarte?
Mimi saltó de su lugar, abriendo los ojos como platos, sosteniéndose del apoyabrazos.
—¿Q-quedarme? ¿No es m-molestia? —Tartamudeó ante su nerviosismo.
—Claro que no, por eso te lo ofrezco, tengo otra cama en la habitación de al lado, y te puedo prestar un pijama.
—Oh por dios, ¿Serias tan amable? —Exclamó como un niño emocionado.
—Por supuesto Mimi. Ven, acompañame.
Y sin decir más cruzó el angosto pasillo guiándo al menor, entrando a la última puerta, a la izquierda.
—¿Es este tu cuarto? —Preguntó curioso el pelirubio, observando cada rincón de la habitación.
—Sip. —Exclamó mientras se arrojaba a la cama, haciendo saltar una pequeña bola de pelos que descansaba en la nombrada.
—¡Ah! —Gritó Park al ver como desde la cama se elevaba algo parecido al tío cosa.
Y Yoongi carcajeó como nunca.
—Es Holly.
—¿Tu perrito? —Se acercó al animal.
—Exacto, no te preocupes que está bien, ha volado más alto. —Dijo mientras flotaba la Palma de su mano en la cabeza del cachorro.
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