El cuerpo y el alma

Las opciones

El domingo era su día favorito, no porque no valorara su tiempo al lado de Neji. Mas bien era como un día terapéutico en que ahogaba sus penas por no lograr darle lo que mas anhelaba al Hyuga, un hijo.

La castaña suspiro mientras cortaba las verduras y las echaba en la olla, el chillido de unos niños sonaba en el patio y la hicieron sonreír. Desde hace años ella venia a almorzar con los niños del orfanato cada domingo, y excepto por algo importante, ella nunca faltaba a su compromiso.

Tenten lo ha intentado todo, pero no puede quedar embarazada, y los años se le han pasado entre amargas lagrimas y responsabilidades inesperadas; como Sarada. La joven Uchiha acaba de cumplir 16 años, y cada día parece ponerse en su contra con mayor vehemencia. Tenten intenta comprenderla, Sakura se marcho a hacer su vida con el Kazekage hace un año, desde ese momento Neji y ella se hicieron cargo de la hija de Sasuke Uchiha.

La kunoichi tapo la cacerola y se recostó contra la mesa mientras su corazón duele angustiado. Las peleas con Neji empezaron desde que Sarada vive con ellos, el Hyuga consciente y defiende demasiado a la pelinegra, incluso sobre Boruto y sobre ella misma, su esposa. La paz de la que relativamente gozaban se ha ido esfumando poco a poco, el recuerdo de que ella no puede darle hijos se encendió cuando Sarada comenzó a hacer demasiadas preguntas y el espíritu de Neji se perturbo por completo.

- Tenten...- Una niñita extendió un plato con un pedazo de torta.- Lo hice para ti...

- Oh, gracias Miloni.- Tenten tomo lo que parecía una masa semi cruda.- Lo comeré con el almuerzo.

La niñita le sonrió y volvió afuera con los demás niños. La kunoichi se quedo viendo a la niña marcharse y sus ojos se humedecieron. Ella solo quiere una descendencia que dejarle a Neji, algo que le recuerde que lo ama... que ella lo ama tanto, mas que a su vida misma.

- Te ves hermosa hoy.- La voz de Kabuto le dijo desde la puerta de entrada de la cocina que daba al comedor.

- Eres un viejo pervertido.- Tenten chillo limpiando aquellas lagrimas que resbalaron por sus ojos.

- Sabes que es un cumplido inofensivo.- El ex shinobi dijo y avanzo a las alacenas tomando varias latas.- Ellos son felices cuando vienes a verlos.

- Yo también soy feliz cuando vengo con ellos.- Tenten volvió a la mesada y comenzó a trozar varias porciones de cerdo.

- Tu esposo no es feliz de que gastes tanto dinero en huérfanos sin clan.- Kabuto señalo mirando a las generosas porciones que ella cortaba.

- él, no piensa así.

- No quiso que adoptes ningún mocoso sin clan, a pesar de que llevan casi 16 años de matrimonio.- Kabuto menciono y coloco las latas al lado de ella.

Tenten se quedo en silencio y sin medir sus acciones se realizo un corte en el dedo gordo.

- Tsssss...- Tenten llevo su dedo a sus labios y cerro los ojos. Ella no quiere darle la razón a Kabuto, pero el desgraciado suele tener razón. Ella sabe que Neji no quiere un niño que no sea suyo.

- Puedo lamerlo por ti.- Kabuto le dijo lascivamente haciendo que se sonroje profundamente.

- Cerdo!- Tenten exclamo escupiendo la sangre y mirándolo.- Sigues tratando de seducir mujeres casadas.

- Me resulta de vez en cuando.- Kabuto sonrió agriamente y miro la hora.- Creo que deberíamos apresurarnos, o nos atacaran.

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En cierto modo esto era bastante parecido a la vida que ella quería con Neji. Los niños estaban sentados  en la larga mesa comiendo mientras reían y contaban toda clase de anécdotas. Ella estaba en una punta de la mesa, y Kabuto en la otra punta.