○●○●○

87 8 2
                                    

Las personas normales suelen rezar o pedir un deseo a las estrellas fugaces, algunas incluso a seres que ya se han ido, o los niños a sus padres cuando ven el juguete que quieren en alguna tienda.

Cuando no tengo qué hacer o mi cabeza empieza a ser pesimista le hablo al Sol, aunque sé que no responderá o que alguien me puede escuchar, sin embargo, ¿eso ahora qué más da?

En las noches, con mi corazón latiendo y mi subconsciente hablándome al oído, le pido a la Luna que me alumbre con su luz que aunque no sea suya, me alivia.

Porque siento que el Sol le brinda su resplandor a la Luna como muestra de amor.

El único amor real que conozco, el que jamás he visto entre las personas, tan puro y leal como para sacrificar aquello que te hace único y especial para entregárselo a ese ser, basta y sin boatos.

Que hace querer dar y no recibir, que no te hace caer al ver la realidad, al no pensar el por qué de las cosas, sólo en tus sentimientos y el bienestar de quien lleva el otro extremo del hilo, aquel casi imposible de cortar o siquiera dañar.

Sin embargo, no todos están hechos para amar, algunos sólo saben lastimar, otros tienen al amor de su vida frente a ellos pero sin lograr verlo, al contrario de quienes tienen a su pareja tomada de la mano y de repente uno se suelta, sin saber si quiera por qué lo hizo. También hay quienes nunca han probado de lo que todos hablan y creen ser expertos, quienes simplemente ignoran ese punto "vital" de su existencia. Algunos heridos y aislados, esperando que en algún momento el conocimiento del dolor sea ajeno a su pecho y a su cuerpo.

En este último me encuentro yo, con un amor unilateral apoyado en una mentira de casi cinco meses, meses en los que aprendí a sonreír como nunca antes lo había hecho, sintiendo mi corazón latir a más no poder, a que los besos fueran perfectos y sincronizados. Sin darme cuenta caí en sus manos y en la realidad, nunca me amó, o quizás lo hizo por no duró lo suficiente; por que cuando él volvió, decidió dejarme, como si nunca hubiera estado en su mente o en su corazón.

No fue su culpa, yo me enamoré y me lastimé al creer, fui el único culpable. Pero nunca esperé que me botara y dejara a un lado después de todo lo que pasamos, de las sonrisas ahora inexistentes, que en mis mejillas sonrojadas sólo dejaron lágrimas calientes.

Ya ha pasado un tiempo desde que eso pasó. A pesar de lo mucho que traté de convencerme que no lo necesitaba y que no lo quería de vuelta, me sigue doliendo.

Sin embargo, tampoco quería que sintiera lastima y decidiera regresar a mí por esa razón, menos ver su hermosa y terrible sonrisa burlesca al notar lo estúpido que fui al caer tan fácilmente en su juego.



~06/05/2018~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~06/05/2018~

Oᥒᥱ-Shots MᥲrkᥴhᥱᥒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora