—¿Qué? —Preguntó Matt preocupado, nervioso y hasta un poco asustado.
—Estoy embarazada —Dije por tercera vez.
—Annabel eso es...
—Lo sé —Lo interrumpí— sé que no es la mejor noticia para ti en estos momentos pero... Necesitaba decirte.
—Annabel, esa es la mejor noticia que me han dado.
—¿En serio?
—Claro que sí —Sonrió— es maravilloso.
—Claro que es maravilloso, pero sería mejor si no estuviéramos en medio de una guerra y que ustedes no sean los reyes, ya que ahora Acacia los querrá matar con más ganas al saber que viene un heredero —Dijo Alex.
—Acacia —Dijo Matt como recordando algo.
—Señor... —Se apareció Marcos— necesitamos irnos, los enemigos se acercan.
—Deben llevarla a un lugar seguro, espera al heredero —Le dijo Matt a Marcos.
—No quiero dejarte —Dije y lo abracé fuertemente.
—Estaremos juntos en menos de lo que crees.
—Te amo.
—Te amo.
Matt y Alex se fueron dejándome con Marcos en la habitación que sólo tenía una silla de madera, me senté y miré a Marcos.
Yo no podía quedarme allí sin hacer nada, era mi novio a quién querían matar, era el padre de mi hijo, no podía quedarme sin hacer nada.
—Tengo hambre —Dije.
—¿Qué quiere?, ¿Qué le traigo? —Preguntó rápidamente.
—Quiero... Helado de pasas con chispas de colores, pero no quiero chispas rojas porque no me gustan, y quiero galletas de chocolate sin glucosa, ¿Entiendes?
—Claro.
Marcos desapareció dejándome sola, yo aproveché y salí de allí, me dirigí a la enfermería para ver si las chicas seguían allí, pero no, ya no había nadie en todo el recinto, yo estaba sola, o al menos eso creí.
Caminé hacia la habitación donde estaba con Marcos, cuando me paré en seco al ver a uno de los robots de Acacia de espaldas a mi.
Quería moverme, enserio quería pero mi mente y mi cuerpo eran ajenos a mi control.
Cuando me miró, con sus ojos rojos entré en razón y corrí, corrí como nunca había corrido en todos mis veintitrés años.
—Para —Dijo con su extraña voz.
Yo corrí más rápido como mis piernas y energía me lo permitieron.
—Reina —Se apareció Marcos delante de mi deteniendome.
—Corre Marcos, vamos, el robot, me persigue —Dije rápidamente y sin poder respirar.
—Calma... Lo envié a buscarla.
—¿Qué?
Había pasado el mayor susto de mi vida porque el mandó a un robot a buscarme...
—El trae su comida mi reina, lo envié —Ddijo.
—¡Idiota! —Exclamé y empecé a golpearlo con todas mis fuerzas pero a él no parecía dolerle.
—Llevala a la habitación —Le dijo al robot que estaba detrás de mi.
El robot me haló del brazo y me llevó a la habitación, me sentó en la silla y me pasó el helado que le había pedido a Marcos, no lo comí, realmente no tenía hambre, solo había inventado una excusa para salir.
—A la reina Acacia no le va a gustar la idea de un nuevo heredero al trono —Dijo.
—Eso lo sé.
—Ella tiene muchos sentimientos hacia Matthew.
—¿Muchos sentimientos?, ¿Sentimientos como cuáles?, ¿Ya aprendiste que son los sentimientos? —Pregunté rápidamente.
—Llené parte de mi memoria con esa información.
—¿Qué clase de sentimientos tiene Acacia hacia Matt?
—Ella lo odia, pero lo ama, es un poco confuso.
—¿Lo ama?
—Es su hermano, debe sentir algo por él, ¿No?
—¿Y sabes por qué lo odia?
—Porque ella lo envidia.
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Poderes Elementales
Science FictionAnnabel Carrix, una mujer normal, con una vida normal, y una relación normal, o al menos eso pensaba hasta el día de "La invasión" , cuando se dio cuenta de que nada en lo que creía, era cierto, que las personas que creía conocer no las conocía y qu...