Primer encuentro

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Kai Wells

—¡Suéltenme maldita sea! — Grité inútilmente tratando de zafarme del agarre de mis secuestradores mientras me arrastraban a tras pie, pero no sabía hacia dónde me llevaban pues tenía la cabeza cubierta con una capucha negra y las manos atadas detrás de mi espalda.

—¡No les daré nada! ¿Me oyen? ¡Nada, malditas basuras! —Ni si quiera sabía qué querían y sólo repetía ésa oración una y otra vez todo el camino mientras forcejeaba sin éxito alguno, pues me arrastraban entre dos.

Todo el camino no podía dejar de preguntarme ¿Quiénes eran éstas personas? ¿Qué querían? ¿Sería yo el siguiente luego de ella? ¿Volvería a verla si me dejo secuestrar?

Sentí cómo de pronto caí de culo en una silla, me quejé rechinando mis dientes hasta causarme dientera. Tenía un ligue de sentimientos encontrados a mil por hora, frustración, porque me tenían atado y no podía hacer ni mierda. Ira, porque quería reventar a golpes al imbécil que me había dado una patada en el estómago cuando no me dejaba capturar. Y miedo, porque no sabía si me alcanzaría ahora la vida para volverla a ver.

Me quitaron la capucha e inmediatamente alcé la cabeza para encararme a éstos maleantes pero la luz repentina me cegó unos momentos, así que bajé de nuevo la vista y entrecerré los ojos adaptándome a ésta.

—Tranquilo Wells, tómalo con calma. —Habló una voz femenina, pausada y apacible.

—¿Quién coño eres? —Respondí tan lento y tajante como pude.

Parpadeé un par de veces con cuidado hasta poder abrir los ojos con normalidad y por fin mirar cara a cara a quién tenía en frente. Era una mujer, había una mesa en medio de ambos y ella estaba sentada también, no lucía vieja, pero tampoco tan joven, quizás tenía unos treinta y tantos, el cabello negro y corto por los hombros, sus ojos eran grandes y del mismo color que su cabello, con un delineado macabro, y ese maldito fleco en la frente la hacía parecer una psicópata. Tenía su barbilla reposando en el dedo medio de su mano izquierda con el dedo índice tocando su mejilla mientras me miraba con atención, pero al mismo tiempo estaba serena, y eso me alteró aún más, ¿Qué coño quería ésta gente?

Me quedé tenso y con la respiración acelerada un par de segundos mientras detallaba la situación, ojee lentamente a mi alrededor y me percaté que estaba en una especie de habitación... ¿Policial? Volví mi mirada hacia al frente para ahora percatar el hombre que estaba detrás de la señora, era alto y de tez morena, pero no pude ver su cara, la luz estaba encima de la mesa y él estaba entre las sombras, pero algo en su pecho brillaba, entrecerré los ojos un poco debido a que no traía mis lentes y lo que pude asociar era una especie de placa dorada. Esto tiene que ser una broma, miré otra vez a la señora frente a mí ésta vez fijándome en su atuendo, estaba de civil, y en su pecho también colgaba ésta misma placa, ella me alzó las cejas mientras hacía un mohín.

—¿FBI? —Leí en voz alta y confundido.
—¡Hasta que por fin! —Exhaltó sarcásticamente mientras alzaba los brazos, los volvió a poner en la mesa y me miró fijamente mientras sonreía con una amabilidad muy falsa.
—No estoy entend...
—Desátenlo. —Ordenó mientras me interrumpía.

De las sombras de mis costados salieron otros dos tipos, vestidos casual y con estás mismas placas en el pecho, se acercaron sin vacilar y con una navaja cortaron lo que me tenía atado. Con suma cautela moví mis manos a la mesa sin quitarle la vista de encima al que tenía a mi derecha, no podía confiarme de nada, todo esto era muy extraño.

—Lamento que hayamos tenido que comunicarnos de ésta forma contigo, pero teníamos que ser discretos. —Llamó mi atención la señora y entonces la miré con desconcierto. Ella sólo se limitó a sonreír de nuevo con esa sonrisa mal fingida —Soy la agente White. —Extendió su mano presentándose.

Miré su mano y luego a ella, parpadeé un par de veces muy exageradas y respiré profundamente.

—¿Discretos? —Reclamé. — ¿Secuestrarme en medio de la noche mientras salía a comprar cigarrillos les parece "discreto"? —Enfaticé las palabras discreto.

Ella pareció no afectada por mis preguntas, era cómo si en serio creyera que lo que hizo sí fue cómo lo dijo. Cerró la palma de mano y la trajo hacia ella.

—Si a las doce de la madrugada, mientras ibas de camino a comprar cigarrillos se te acerca uno de éstos hombres —Alzó ambas manos en señal de los tipos a mis costados— y te dicen que son del FBI y que necesitan hablar contigo, ¿Cómo lo tomarías? —Se recostó en su silla esperando mi respuesta.

Procesé la pregunta un par de segundos, me visualicé en el escenario y quedé en blanco, pero mierda, acabo de pasar el susto de mi vida y no estaba procesando como debía ¿Qué coño sé cómo podría reaccionar?

—No lo sé. —Respondí desconfiado, aún no bajaba mi guardia.

Ella respiró profundo, se enderezó en su asiento y ésta vez enserió sus facciones.

—Yo soy la agente a cargo de la investigación sobre la desaparición de tu hermana.

En cuestión de segundos por mi mente pasó todo el infierno que he vivido los últimos seis meses de mi vida desde que mi hermana Malía fue secuestrada sin dejar rastro alguno. Casi cómo las escenas de una película cliché que te encuentras en el catálogo de Netflix fueron las ráfagas de recuerdos que bombardearon mi mente; los mediocres policías preguntando si ella tendría algún novio a escondidas o una aventura clandestina con algún hombre casado de la que no podía hablar con cualquiera, el sabor a hierro en mi paladar debido a lo fuerte mordí mis labios para no irme de golpes con los malditos que hacían esas preguntas tan imbéciles, los desconsolados llantos de mi madre, el alcoholismo de mi padre, mis noches en vela preguntándome si tan solo estará viva... Y ahora escuchar esto fue cómo si me hubiesen dado una bofetada emocional que me reinició los circuitos de una forma tan abrupta hasta quedar de fábrica.

Sin darme cuenta me había enderezado en mi asiento sin rastro alguno de las emociones que me tenían a la defensiva, ya no estaba frustrado ni airado y todo rastro de miedo se había transformado en esperanza, me volví netamente oídos para lo que iban a contarme a continuación.

—Dígamelo todo.

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⏰ Última actualización: Nov 28, 2023 ⏰

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